Por Lorennys Valeria Peña – IES Jimena Menéndez Pidal
Millones de personas han tenido que irse de Venezuela por la misma razón. El deterioro de la calidad de vida a causa de la mala gestión del gobierno sobrepasa los límites para la población. Tras casi 7 años como inmigrante, una mujer venezolana nos cuenta su experiencia con el declive económico y político en el país y sus primeros meses rehaciendo su vida en el extranjero.
Pregunta: ¿De qué manera te diste cuenta de los cambios negativos en el país?
Respuesta: Me di cuenta cuando mi trabajo anterior ya no me permitía cubrir mis necesidades básicas. Hubo una reducción de horarios y, por lo tanto, de salario. Decidí buscar una mejor estabilidad laboral, pero ahí fue cuando noté que la economía estaba fallando.
P: ¿En qué momento tomaste la decisión de salir del país?
R: En ambos trabajos empecé a notar la escasez de productos. Los anaqueles no estaban llenos todo el tiempo y solo podíamos comprar una vez por semana, según el número de nuestro carnet de identidad. Además, no siempre encontrábamos productos de primera necesidad. La situación laboral y económica empeoraba cada vez más, y eso me hizo plantearme la posibilidad de emigrar.
P: ¿Cómo fueron los primeros meses en el extranjero, el momento de buscar trabajo y establecerte?
R: Fueron muy complicados. A pesar de que hablamos el mismo idioma, la cultura es diferente y no sabía exactamente con qué me iba a encontrar. Vine a España, porque mi madre ya estaba aquí, pero no imaginé lo difícil que sería. Encontrar trabajo no fue fácil, sobre todo porque al principio no tenía los papeles en regla. Sin embargo, poco a poco fui adaptándome a base de paciencia.
P: Actualmente, ¿cómo llevas emocional y mentalmente la situación del país y el hecho de vivir lejos de tu familia?
R: Hoy día tiendo a ocultar la lucha emocional, sobre todo al exterior, pero mentalmente siempre tengo presente la situación de mi país y a mi familia. Espero que no me pase factura en el futuro, pero es algo con lo que los migrantes tenemos que lidiar día a día, adaptándonos al país en el que estemos.
P: ¿Cambiarías algo en la forma en la que has enfrentado esta situación?
R: Si pudiera cambiar algo, pienso que debería de haber buscado ayuda psicológica. Al inicio se acumulan muchas emociones que no siempre sabes cómo gestionar. Creo que recibir apoyo profesional me habría ayudado a sobrellevar mejor la situación. Con el tiempo, buscas y encuentras soluciones, pero definitivamente esa sería una de las cosas que cambiaría.








