Vivimos tiempos de cambios profundos y veloces. En todos los campos y en todas latitudes suceden estos cambios, pareciera que fuera un tsunami recorriendo todo el planeta, que allá por donde pasa, todo lo pone “patas arriba”, haciéndose mucho más
evidente en algunos lugares, como hemos podido ver estas semanas en varios países árabes.
Actualmente en el “mundo árabe” se está produciendo una revolución hacia la democratización. Lógicamente, en Europa la situación es diferente, pero de fondo hay una situación muy similar: los estados y sus gobernantes (sean de la tendencia que sean) no están a la altura de las circunstancias, a la altura de los cambios veloces que la gente está empezando a exigir.
A Vallecas, también llegan estos aires de cambio. Algunos ejemplos de ello los podemos ver este mes en el interior del periódico. Por ejemplo, desde Tele K nos cuentan cómo es imprescindible dada la situación actual, apostar por dar un salto, proyectando hacer más participativo este proyecto de comunicación social y, de otro lado, poder hacer frente a la situación económica animando a que la gente y los colectivos se impliquen también aportando en este sentido.
De otro lado, el Rayo Vallecano se enfrenta a una muy difícil situación económica que requerirá un cambio radical de los actuales propietarios, o de una gestión muy diferente de quienes pudieran hacerse cargo del club.
Muy previsiblemente el año que viene habrá elecciones generales, y el próximo mes de mayo vienen elecciones municipales y autonómicas. En España, en sus comunidades y municipios, también se necesitan cambios, pero cambios de fondo, cambios verdaderos que no van a realizar los partidos políticos tradicionales. Cambios que estén a la altura de los acontecimientos y que vayan haciendo realidad ese principio humanista de “nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro”.