Niños y nuevas tecnologías

Por Marisa Barceló, Lidia García, Paloma García y Concha Párraga, enfermeras de familia de los C.S. Rafael Alberti y Campo de la Paloma

Hoy en día las personas estamos rodeadas de equipos digitales, ya sean móviles, televisiones, tabletas u ordenadores. La exposición excesiva a pantallas va en aumento con la mayor accesibilidad a estos equipos. Los niños cada vez conocen desde más pequeños estos equipos multimedia. El rápido crecimiento de las nuevas tecnologías trae numerosos beneficios para la sociedad, como el aprendizaje temprano, la exposición a nuevas ideas y conocimientos, y mayores oportunidades de contacto y apoyo social. Sin embargo, también puede generar ciertos problemas que ponen en riesgo la salud física y mental.

Durante los primeros años los niños están experimentando un rápido crecimiento en áreas como el pensamiento, el lenguaje, la coordinación física, y las habilidades sociales y emocionales. Para que estos aspectos se desarrollen de manera óptima es fundamental que los niños interactúen con adultos de confianza, con sus hermanos o con otros niños.

Es importante destacar que la ventaja del tiempo de juego no estructurado es más valiosa para el desarrollo del cerebro de un niño pequeño que los medios electrónicos. El uso excesivo de tecnologías en los más pequeños puede afectar negativamente en su desarrollo psicomotor, incluidas habilidades como el lenguaje, el pensamiento, la motricidad y las relaciones sociales.

Este aumento en el tiempo dedicado a las pantallas también está vinculado con efectos negativos en la salud mental. Un consumo de contenidos excesivo o inapropiado para la edad se asocia con trastorno de déficit de atención, disminución del rendimiento escolar, trastornos del comportamiento, incremento de ansiedad, agresividad y depresión.

La falta de actividad física por pasar muchas horas frente a pantallas está vinculada con el sobrepeso y la obesidad (obesidad digital), por un menor gasto energético y un mayor comportamiento sedentario. Además, se asocia con conductas alimentarias poco saludables (mayor consumo de bebidas azucaradas o dulces).

También condiciona la calidad del sueño. A más tiempo de pantalla, presentan retrasos a la hora de acostarse, aumentando el cansancio durante el día con las consecuentes implicaciones para la salud.

¿Cuál sería el tiempo recomendado para el uso de estos dispositivos?

Siguiendo los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)

-0 horas de pantallas en los menores de 12 meses y no más de una hora al día en menores de 5 años. Este tiempo de exposición debe ser para compartirlo con familiares, nunca en solitario y con contenidos de calidad.

-Por encima de esta edad, no existe un consenso sobre el tiempo de uso de ocio de pantallas que se considera perjudicial. En general, se recomienda limitarlo a menos de 2 horas al día.

Consejos útiles para un uso inteligente de pantallas

-La exposición a las pantallas debe ser vigilada por los padres, cuidando el tiempo y el contenido en función de la edad y de la comprensión del niño para que sea un factor positivo en su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social.

-Los padres deben hacer énfasis en la selección de programas para que tengan alta calidad educativa y con acompañamiento del diálogo familiar.

-Fortalecer las sesiones de lectura comprensiva, tiempos recreativos al aire libre, y la iniciación de actividades deportivas.

-Las pantallas no deben acompañar a las familias durante el rato de la comida o la cena ni durante el tiempo dedicado a las actividades extraescolares o de estudio.

-Evitar su uso dos horas antes de dormir.

-Explicar a los niños desde pequeños las consecuencias de un uso excesivo y las normas para un uso responsable.

-Los padres y cuidadores deben dar ejemplo y tratar, en lo posible, de no usar pantallas en el tiempo dedicado a la familia y tareas de casa.

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