Este año va a ser duro. Vamos a ir a peor; lo ha dicho el presidente Rajoy. Entre otras cuestiones, con esto pretenderán seguir apretando las tuercas y que la gente se sienta atemorizada y por lo tanto con mayor facilidad para hacerse obediente y sumisa. La recién aprobada Reforma Laboral nunca podrá ser buena. Está hecha bajo el dictado y a la medida dela Bancay el Gran Capital (ver información sobre este tema en la página 13). Nos imponen medidas que deterioran de forma generalizada las condiciones de vida de la mayoría. ¿Qué hacer ante tal atropello? Rebelarse y construir otro mundo.
Por un lado, defender todos los derechos sociales y los servicios públicos y además intentar paralizar las privatizaciones. Ya no funciona el “sálvese quien pueda”. Es una irresponsabilidad dejar nuestras vidas en manos de políticos alejados del pueblo. Va a ser clave que las movilizaciones sean crecientes y sincronizadas, tanto en el ámbito local (Referéndum en Madrid este 4 de marzo sobre el Canal de Isabel II) como en el internacional (el 29 de febrerola ConfederaciónEuropeade Sindicatos convocó una Jornada de Acción en toda Europa para rechazar las políticas que las autoridades europeas están imponiendo).
Y de otro lado, hemos de coger el toro por los cuernos. Tendremos que irnos haciendo cargo nosotros mismos de temas fundamentales como el trabajo, la sanidad, la educación, etc. En Grecia en estas fechas daban la noticia de que un hospital estaba siendo gestionado directamente por los trabajadores. Se están construyendo realidades sociales muy variadas y muy válidas. En Marinaleda (pequeño pueblo de Sevilla) llevan más de 30 años autogestionándose desde una participación real del pueblo. Apenas tienen paro. “Efectos demostración”, realidades como estas, van a ser imprescindibles para mostrar que “otro mundo” ya se está vislumbrando.
VallecasVA
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