Vallecas, tierra de escritores

Alberto González y Bel Cobo, frente a la librería Sanabria. Foto: R. Blanco

Escribe: Roberto Blanco Tomás.

Bel Cobo publicaba Nordeste, un libro de relatos breves, el pasado mes de diciembre. Aunque lleva 25 años viviendo en Vallecas, nació en Comillas (Cantabria), y siempre hay en sus creaciones “un hilillo” que lleva al mar. Alberto González publicará su primera novela, El amargo despertar, después de verano. Es crítico literario “desde hace 6 o 7 años” en dos revistas digitales.

Antonio Quintanar ha realizado trabajos de todo tipo. “Viendo que no había forma de ser feliz, comencé a practicar yoga y, tres años después, vi la luz y comprendí cuál es el sendero que uno puede transitar para ser feliz, cosa que vivo a diario”. Lo ha plasmado en el libro que acaba de publicar: Aprendiendo a estar feliz. Hablamos con ellos en la librería Sanabria.

Pregunta: ¿Cómo descubristeis vuestra vocación?
Bel: Yo he escrito desde pequeñita. Escribes porque tienes la necesidad; de hecho se me da mejor escribir que hablar. Al empezar un curso en la escuela de adultos de Villa de Vallecas, me obligué a escribir todas las semanas, acumulando un montón de relatos publicables. Lo del libro, a raíz de ganar el premio de las bibliotecas de la Comunidad de Madrid el año pasado, me propusieron publicar algunas otras cosas, y me dije: “¿por qué no?”

Alberto: Yo también hice un par de cursos en la biblioteca del barrio. Siempre me ha gustado la lectura, y esos cursos me ayudaron a empezar… Lo dejé un poco apartado, y con el paso de los años tuve una imagen… Un destello, digamos, que necesité escribir…

Antonio: Siempre me ha gustado ponerme delante de una hoja en blanco o una pantalla a plasmar mis ideas. Creo que siempre he llevado un comunicador dentro, y es ahora cuando se está manifestando. La poesía fue lo primero que me llegó al corazón, y ahora, la palabra directa y sencilla es la que utilizo para plasmar todas las herramientas de que dispongo para ayudar a los demás.

P.: Desde que empezasteis a dedicaros en serio a esto, ¿ha ido cambiando vuestra mirada de alguna manera?
B.: Si tú miras algo desde el sentimiento, y te metes en ello, ya puedes escribir lo que a ti te produce y lo que piensas que a lo mejor le está produciendo a la otra persona, o te inventas una situación completamente irreal para decir algo que no puede decirse abiertamente.

Al.: Siempre los que tienen interés en lo artístico, en la belleza al fi n y al cabo… ven las cosas desde otro punto
de vista. Ahora me doy cuenta de algunas cosas que antes no me daba cuenta, claro…

An.: Siempre hay una evolución cuando uno hace lo que le apasiona, cuando uno escribe con asiduidad y empeño. Pero son los propios lectores de mi blog los que me hacen llegar dichos progresos con frases del tipo: “me llegas”, o la más utilizada: “gracias por la claridad con que transmites”.

P.: Y a la hora de escribir, ¿qué os inspira? ¿Cómo es el acto creativo en vuestro caso?
B.: Pues sentarme delante del ordenador. Yo voy pensando sobre el tema, pero no le saco el jugo hasta que no me siento y empiezo a escribir. Salen ideas sin tino, pero luego borro algunas, añado otras, y al fi nal tienen un hilo que, después de varias horas, te sale… No necesariamente en el mismo día, porque hay días que te atascas en una cosa y hay que dejarlo…

Al.: En mi caso, todo empieza con un destello. En El amargo despertar fue encontrarme con el PAU de Vallecas desolado, una ciudad muerta hace años en la que solo había farolas y carreteras, pero no había vida. Luego estuve varios meses, en un cuadernillo, viendo la historia que quería escribir. Ponía personajes, situaciones, capítulos y lo que iba a pasar. Después, todos los días, a las ocho y media de la mañana, veinte minutos, 2-3 párrafos, y así sigo… Llevo 3 años así…

An.: Me inspira esclarecer con palabras sencillas la verdad sobre la vida, llegar al lector y ayudarle a recordar lo que somos y cómo podemos elevar nuestra felicidad día a día. Siempre nace una nueva inquietud, un nuevo concepto, una nueva situación, que me invita a defi nir la forma de afrontarla.

Antonio Quintanar. Foto: Cedida por el escritor.

P.: Hay quien se ha referido a ese momento creativo como algo doloroso…
B.: En la cabeza sabes lo que quieres, pero hay veces que no sabes explicarlo en el papel… Hasta que te sale una palabra o una idea pequeña, y ya puedes tirar del hilo…

Al.: Es una mezcla, sobre todo cuando los personajes viven y salen fuera de ti; ahí notas un orgullo como si fueran tus propios hijos, y desde luego que merece la pena, sin embargo es duro. Cada frase, en mi caso, es una epopeya, un viaje de ida y vuelta…

P.: ¿Hay una forma especial de mirar propia de Vallecas?
B.: Sí, porque Vallecas siempre ha sido muy especial… Tiene alma… Tiene unas situaciones… Es como una familia… Yo he ido a la tienda de las fotos para hacerme una foto de carnet, y me han dicho: “ven mañana, que hoy no tienes cara de foto” [risas].

Al.: El ambiente siempre marca a las personas. De hecho, la mitad de mi novela está ambientada aquí, y la otra mitad en mi pueblo, en León. Por supuesto que Vallecas tiene un cariz especial, y he tenido la suerte de compartirlo con personas interesantes, por ejemplo Maribel. Eso te hace ver la vida, el barrio, la ciudad, de otra manera…

An.: Nací y vivo en Vallecas, aunque me siento del planeta y comprendo que soy un alma más dentro de un contexto en continuo crecimiento. La única infl uencia que tengo del pasado va transmutando y canalizándose día a día, como simples experiencias que me han permitido comprender hasta qué punto pueden estar dormidas las personas.

P.: ¿Tenéis algún proyecto nuevo que nos podáis avanzar?
B.: Sí, ya tengo escritos alrededor de treinta y tantos o cuarenta cuentos más, y la idea es mandarlos a la editorial para que valore si son publicables.

Al.: Yo he empezado la segunda novela. No tiene título aún. La visión que tuve esta vez fue de un hombre que se duerme y despierta siendo otra persona, en un mundo futuro donde las grandes empresas controlan todo… Voy por la mitad…

An.: Sí, tengo muchos proyectos escritos amontonados en el ordenador, pero como ahora estoy trabajando la promoción de Aprendiendo a estar feliz, no puedo decidir aún qué es lo que voy a lanzar fi nalmente. Pero estoy convencido de que será algo práctico, sencillo y enfocado al arte del yoga y la orientación espiritual.

P.: ¿Hay algo que queráis decir a nuestros lectores?
B .: Que se animen a comprar libros, que ahora sí me estoy dando cuenta de que se lee muy poco, porque incluso de la gente que ha comprado mi libro hay quien todavía no lo ha terminado, y se lee en prácticamente tres horas [risas].

Al.: Lo primero, enhorabuena, porque leen un periódico local hecho por gente del barrio para el barrio; y segundo, si alguna vez se encuentran con El amargo despertar, que cojan una página, la lean y decidan.

An.: Deseo haceros llegar la sencilla información de que un mundo mejor está naciendo en cada corazón que decide mejorar su forma de existir, comenzando por pensar, hablar y hacer de una forma más amorosa hacia los demás. Por eso tú, querido lector, si ya estás haciendo esto, ya estás aportando lo mejor de ti. Gracias…

Tres libros vallecanos

El amargo despertar
Alberto González Ortiz. Nowevolution. 290 págs., 14 €.

Nordeste
Bel Cobo Fábrega. Eride. 150 págs., 12 €.

Aprendiendo a estar feliz
Antonio Quintanar Jiménez. Cultivalibros. 200 págs., 12 €

Nuestro agradecimiento a Manoli, de la librería Sanabria, por su gran ayuda para hacer posible esta entrevista.

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