En Madrid, la Consejera de Educación redujo el año pasado más de 2.000 docentes y este año se suman alrededor de 3.000 más, suponiendo en la educación secundaria una media de 10-12 profesores menos por instituto.
Lógicamente, con esta reducción, las condiciones para poder dar una educación de calidad en los institutos se ven muy seriamente afectadas; los alumnos tendrán peor formación, las familias menos relación con los tutores, los profesores más trabajo, y profesionales de la educación necesarios, en el paro.
El inicio de este curso ha estado muy marcado por las movilizaciones en defensa de la educación pública en diferentes comunidades autónomas. En Madrid ha habido algunas muy mayoritarias como la manifestación del 20 de septiembre con más de 40.000 personas. También han sido muchas y muy diversas las acciones en los diferentes barrios e institutos.
En Vallecas, continuando con la trayectoria del curso pasado, se está trabajando muy coordinadamente a través de las asambleas y se está poniendo mucho esmero en que las familias estén bien informadas de forma que la sensibilización y movilización de parte de ellas vaya claramente en aumento. Dado que esta batalla es de largo aliento y no es un tema de condiciones laborales del profesorado, va a ser vital el papel de los estudiantes y de las familias.
De otro lado, las movilizaciones sociales, como las llevadas a cabo por el movimiento 15M, están dejando en total evidencia el momento social que estamos viviendo, en Madrid, en España y en el mundo entero, en el que el poder económico (los grandes bancos y los grandes especuladores) está arrasando con todo, sin importar lo público, los servicios necesarios, etc.
La lucha va a ser compleja y larga. La indignación, la fuerza y la inteligencia han de crecer en los grupos humanos. Hay que pelearla, cada uno en su frente, pero con la mira puesta en lo que sucede a nivel general.