FRAVM.
Las terribles consecuencias del paro, que parece haberse instalado como mal endémico, unidas a una intervención manifiestamente insuficiente de las Administraciones, ha dado lugar a una suerte de “Detroit madrileño”, de “ciudad sobrante” o “periferia sumidero” que, para desgracia de sus vecindarios, debe soportar además numerosas infraestructuras molestas y contaminantes pero necesarias para el conjunto de la ciudad, como la estación de mercancías de El Abroñigal, el nudo sur de la M-30, el nudo supersur de la M-40, la depuradora de La China o la incineradora de Valdemingómez.
De la toma en conciencia de este desequilibrio, que han recogido en un demoledor informe de diagnóstico, 23 colectivos de barrio de Villaverde, Usera, Puente y Villa de Vallecas se han unido para reclamar un “plan estratégico para el sur de la ciudad de Madrid” que sea capaz de frenar y reducir la desigualdad territorial de una vez por todas. Tras constituir la llamada “Asamblea por los Barrios del Sur” y dar vida a un “manifiesto por el derecho a la ciudad”, estos grupos, asociaciones vecinales de barrios populares en su mayoría, han llevado a cabo su primer acto público, un foro de debate que tuvo lugar el 16 de junio en la controvertida Caja Mágica del barrio de San Fermín.
Dividido en cinco mesas de trabajo, el evento, que supone la continuación de las I Jornadas Parque Lineal del Manzanares “Un río de oportunidades” que se celebraron en mayo del año pasado, ha perseguido recoger “propuestas para mejorar nuestro sur” que sirvan de base a la movilización social. Como refleja el citado documento de diagnóstico, “solo la movilización a favor de los derechos sociales fue decisiva para la transformación de estos distritos. La alianza entre movimiento ciudadano y movimiento obrero fue determinante para obtener servicios y dotaciones de los que se carecía”. Con el mismo espíritu de “solidaridad vecinal” que alumbró el Movimiento por la Dignidad del Sur de los años noventa del siglo pasado y fue capaz de conquistar el llamado Plan 18.000, nace la Asamblea por los Barrios del Sur.
En su manifiesto fundacional, la Asamblea resume el contenido reivindicativo de otro documento, la Carta del Sur, en la que apela al Gobierno municipal a fijar su atención “en demandas y necesidades no atendidas desde antiguo” de los distritos sureños y deje de dar prioridad a “otros ámbitos de la ciudad, más por oportunidad (económica) que por necesidad (social, económica y urbanística)”. Tal es el caso del muy cuestionado proyecto Madrid Nuevo Norte sobre la prolongación de La Castellana. Además, demanda un compromiso real y eficaz del Ayuntamiento en la resolución de esas demandas ciudadanas y pide a éste que “gestione el compromiso de intervención e inversión necesarias de la Administración regional y la central”. Finalmente, la asamblea establece una primera medida que sirva para sentar las bases de una intervención de calado: “la creación inmediata de una oficina para la formulación de un plan estratégico para los barrios del sur, dotándola de un presupuesto suficiente y de un estatuto de funcionamiento que garantice la participación efectiva de la población afectada y el seguimiento y control popular de su ejecución”.
Datos del desequilibrio
La Asamblea por los Barrios del Sur, en la que participa la FRAVM, tiene motivos más que fundados para dar la voz de alarma. Tal y como recoge su diagnóstico, Usera, Puente de Vallecas y Villaverde acumulan los “mayores niveles de empobrecimiento de la ciudad”, a pesar de que son las zonas con mayor potencial juvenil. La esperanza de vida de los hombres de estos tres distritos más Villa de Vallecas se sitúa en 80 años, dos menos que la media del municipio, y su tasa absoluta de paro registrado, que en Villaverde se eleva hasta el 11,9% de su población activa, supera en tres puntos porcentuales la media de la ciudad. Si atendemos a la renta media anual de los hogares de la capital, ésta se eleva a los 40.440 euros, cuando en Usera es de 24.059 euros y en Puente de Vallecas de 23.405 euros, los índices más bajos del municipio. Las pensiones también reflejan el enorme desequilibrio territorial de la capital: mientras la pensión media que perciben las mujeres de la ciudad es de 858,8 euros mensuales, la que ganan las mujeres de Usera es de 700,5 euros al mes y la de las pensionistas de Puente de Vallecas de tan solo 671 euros mensuales.
Otros datos que muestran la desigualdad del cinturón obrero respecto al resto de la ciudad son el nivel de estudios o el porcentaje de vecinos migrantes, el sector de población más castigado por la crisis económica. De este modo, mientras el 26,3% de los habitantes de Madrid en edad escolar ha alcanzado estudios superiores, en Villaverde este porcentaje se reduce hasta el 8,7% y en Puente de Vallecas hasta el 8,4%. En cuanto a la presencia de personas inmigrantes, los distritos de Carabanchel, Villaverde, Usera y Puente de Vallecas superan entre 4 y 7 puntos porcentuales la media de la ciudad, que es del 12,4% de la población.
Estas zonas populares “han pasado de ser distritos desarticulados pero productivos a ser distritos desarticulados y desmantelados”, por lo que, a tenor de la Asamblea por los Barrios del Sur, necesitan de una “acción concertada” que desarrolle, cuanto antes, “un proceso de intervención que dé forma y contenido a un Proyecto de Sur, que ha de contemplar y dotarse de elementos de recomposición territorial en tres dimensiones: la necesidad de un Plan Estratégico, la revisión de estructuras y la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid”, concluye el informe de diagnóstico. Un proyecto ambicioso pero imprescindible si no queremos que el sur se siga alejando, aún más, de la Puerta del Sol.