Rayo y Real empatan a golazos

Rayo Vallecano 2 (Trejo, 57’, Pedro Díaz, 71’) – Real Sociedad 2 (Zubimendi, 19’, Mariezkurrena, 79’). Estadio de Vallecas. Jornada 28 de LaLiga EA Sports, 16 de marzo de 2025

Pedro Díaz celebra el segundo tanto rayista anotado por él. Foto: LaLiga

Por Juan Rodríguez

Lemony Snicket, el de la serie de catastróficas desdichas, bien podría haber sido el guionista del partido que enfrentó a Rayo y Real Sociedad. Porque sucesos desafortunados, para los locales, hubo unos cuantos. Empecemos por el primero, un córner perfectamente ejecutado por la Real, tan perfectamente ejecutado que si lo dibujas en una pizarra no te sale tan bien. Minuto 19, Sergio Gómez la pone al área para que Martín Zubimendi, completa y sospechosamente solo, ¡y sin dejarla caer!, la mande al fondo de la red. Esto solo sale en los entrenamientos, ¿no?

Al poco, el Rayo replicó con una buena llegada de Ratiu, que la puso atrás para que Trejo probara los guantes de Remiro (confirmado: eran buenos). Pero en pocas probaturas más vimos al portero de la Real, los de Íñigo Pérez no imponían su juego y varios de sus jugadores más decisivos (Álvaro García, Trejo, De Frutos) estaban extrañamente desconectados del partido. Faltaba electricidad, chispazos, “eneryía”, que dice Ancelotti. La desdicha era patente, pero ¿sería catastrófica o aun le daría tiempo al Rayo a remontar?

Tras el descanso, los franjirrojos mejoraron notablemente sus prestaciones (¿hubo ‘Iñiguina’ en el vestuario?): los de arriba se enchufaron, las llegadas se sucedieron y el duelo entró en un interesante intercambio de golpes. A un tiro de Álvaro García desviado por Remiro al poco de reanudarse el partido le siguió la llegada de un futbolista colosal: Oscar Trejo, quien, en el minuto 57, paró los relojes en el área de la Real Sociedad para despejar el bosque de piernas y aclararse el tiro. La puso en la misma escuadra, “la rompió”, que dicen los argentinos. Chicharro y empate. Podríamos calificar de “extraño” ver a Trejo marcar un gol de tantos kilates, ya que no anotaba con el Rayo desde hace dos meses, precisamente ante la Real Sociedad en la ronda de Copa en la que la franja quedó apeada del torneo (con aquel gol de penalti, por cierto, Trejo igualó a Felines y Guilherme como octavo máximo goleador histórico del club con 43 goles en 306 encuentros).

El Rayo combatía la catástrofe, pero las desdichas se le seguían acumulando: apenas 10 minutos más tarde del soberbio gol de Trejo, Etienne Eto’o (que había entrado sustituyendo al ayer titular Sergi Guardiola) se fue cabalgando completamente solo hacia la meta de la Real… para cruzarla en exceso y mandarla fuera (¡Etienne, que llevo rezando por tu titularidad desde hace al menos tres crónicas, no me dejes mal, bro!). Pudo ser fuera de juego, pero en esto del gol primero hay que marcar y luego hacer las preguntas (estas que se las haga a su padre fuera del campo).

La Real, a la que los partidos de ida y vuelta le gustan más que a un niño tirarse por un tobogán, replicó con Takefusa Kubo, el zurdito más virguero de LaLiga (si mejorara sus estadísticas de goles y asistencias estaríamos hablando del más decisivo), que pidió paso para marcarse un eslalon marca de la casa con finalización TTMI (es decir, Tiro Tenso con Malísima Intención). Si aquello no acabó en gol es porque el hombro de Batalla y el larguero de la portería se fundieron en un único organismo, como un Transformer, no puede explicarse de otra forma (en realidad, puede explicarse de otra forma, pero entendí que una transformación repentina de Batalla es un robot gigante era una imagen bastante poderosa).

El dominio era de ambos equipos y de ninguno al mismo tiempo, y ese maravilloso descontrol hacía que los espectadores disfrutaran de lo lindo. Cuando el partido encaraba su recta final, Pedro Díaz, que tan buen partido completó la semana pasada, decidió convertir en diamante lo que no era sino una kimberlita (o sea, una roca de volcán… ¡vamos, que convirtió la nada en oro!): Álvaro García le cede el balón en una zona, en teoría, poco o nada peligrosa, pero a Pedro se le ocurre que está en una privilegiada posición de tiro y suelta un zambombazo pegadito al poste izquierdo de la portería realista que, sintiéndolo mucho por la familia de topos que pueda haber creado allí un hogar, arrasó tantas briznas de hierba como esperanzas en los corazones realistas. Golazo, segundo consecutivo del medio asturiano tras el del Bernabéu; y… ¿victoria?

Bueno, pues no. Otra llegada de Kubo por la derecha (¡ese chico nunca se cansa!) salió esta vez cara para la Real: el tiro fue repelido por Batalla y el rechace lo cazó Arkaitz Mariezkurrena, quien la puso en la esquinita con una facilidad pasmosa (la policía aun investiga si chutó con bota o con taco de billar). Y menos mal, podríamos decir, que terminó así la cosa, porque a Batalla aún le dio tiempo a hacer una de sus paradas milagrosas cuando el árbitro ya estaba pensando en su cena. Guardar un puntito cuando las cosas se ponen feas es algo que este Rayo sabe hacer muy bien. Desdichas, sí; catastróficas, no. Este Rayo resiste.

El próximo partido del Rayo es fuera de casa el sábado 29 de marzo a las 18:30 horas contra el Alavés.

Podéis escuchar el podcast ‘Dame Rayo’, con mis impresiones del partido, así como un repaso a la actualidad e historia del Rayo Vallecano, pinchando aquí:

https://go.ivoox.com/rf/143241475

‘Dame Rayo’ no está producido ni apoyado por Vallecas VA. Vallecas VA no se hace responsable de las informaciones u opiniones vertidas en ‘Dame Rayo’.

El ranking:

El héroe del partido: Batalla. Volvió a sacar manos salvadoras para asegurar al menos un punto.

El villano: De Frutos. Ya no está tan de dulce como hace unas semanas. A ver si recupera su mejor versión, porque el Rayo, con él en su ‘prime’, tiene filo.

El datito: Zubimendi ha marcado dos goles en esta liga, los dos al Rayo Vallecano.

La pregunta: ¿Por qué no verás en algunos informativos, resúmenes de partidos o tertulias televisivas (o radiofónicas televisadas) el minuto de silencio que guardó parte de la grada del Rayo en el aniversario del 11-M (‘No olvidamos, no perdonamos’)?

Declaraciones:

Íñigo Pérez: «Creo que el empate es justo. Jugamos ante un rival fuerte. En la primera parte nos defendieron muy bien. En la segunda mitad fuimos más nosotros. Al final queda ese malestar al no conseguir la victoria después de lograr remontar».

Pedro Díaz: «Queríamos conseguir la victoria en casa y más antes del parón. En lo individual puedo estar contento por el gol, pero me importa más lo colectivo. Prefiero no marcar y sumar los tres puntos».

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