Marzo no fue un buen mes para los pequeños comercios del barrio de Doña Carlota, en el Puente de Vallecas. Varios locales han sufrido múltiples robos, en algunos casos durante dos noches seguidas, y en otros tres veces en menos de quince días. Rosy ha sido una de las víctimas, ella tiene una pequeña frutería ubicada en el cruce de las calles Peña Prieta con Sierra de Segura y ha sufrido tres robos recientemente.
El primero de ellos sucedió el 1 de marzo, el segundo el 7 y el tercero el 21, todos en la madrugada y siempre con el mismo método, rompiendo la reja protectora y luego destrozando uno de los vidrios de la puerta para entrar. Aunque los ladrones no pudieron llevarse mucho, Rosy ha tenido que cambiar las puertas de vidrio, arreglar las rejas y dotar a su pequeña frutería de un sistema de alarma, lo cual con la difícil situación económica que se vive, le ha causado un gasto que no tenía planeado.
Una tienda de frutos secos ubicada en la calle de Santa Marta, frente al colegio Ciudad de los Muchachos, también sufrió dos robos. Al propietario, que prefiere reservar su nombre, ya le habían forzado la puerta y robado una pequeña cantidad de dinero. «Nunca en mis 27 años que llevo trabajando en este lugar había sucedido algo así», afirma.
La peluquería Luis, de la calle Doctor Lozano, también fue forzada por los cacos el 15 de marzo, llevándose una máquina de cortar cabello y poco más, cuenta Luis, quien tiene la peluquería en la zona hace 60 años. Como en los otros casos, ha tenido que invertir más en reparar las roturas de los vidrios y la puerta, que en reponer lo robado. «Nunca pensé que los ladrones pudieran entrar aquí porque no tengo nada de valor», señala y pide que ante esta ola de robos la policía patrulle más.
El local de venta de diarios ubicado en Peña Prieta también sufrió dos noches consecutivas el robo de su local, al ser un pequeño comercio, como en los otros casos, el robo fue menor, aunque los gastos en reparaciones han sido mayores.
Al parecer y según comentan algunos vecinos que prefieren no dar sus nombres, esta ola de robos se debería a que últimamente llegan drogadictos a la zona, atraídos por los micro comercializadores que se han instalado en los alrededores del colegio Asunción. A pesar de que en el caso de la frutería capturaron al ladrón cuando robaba por la madrugada, la policía informó a Rosy que sería puesto en libertad al día siguiente ya que se trataba de un delito menor.