Escribe: Juan Carlos Saire
Es lunes, nueve y veinte de la mañana, un día muy frío en la capital. Los pequeños van llegando a clase y un sonido que se emite por los altavoces llama su atención. No se trata de la voz del director dándoles las órdenes del día, sino más bien, se trata de un sonido relajante que motiva su curiosidad. Ya en clase el profesor les explica que lo que acaban de escuchar es Beethoven y su “Oda a la Alegría”.
Cada mañana el colegio público Padre Mariana, ubicado en Entrevías, recibe a sus alumnos con distintas melodías de compositores que pueden ir desde Mozart, Bizet, Galindo a John Williams, creador de la banda sonora de La Guerra de las Galaxias. «Con la música los alumnos entran más relajados a clase», explica Manuel Sánchez, director del centro desde hace 30 años y parte fundamental de los métodos innovadores que allí se aplican.
Este colegio público que se encuentra en el límite Este del distrito del Puente de Vallecas, ha obtenido la máxima calificación en todo Vallecas, por segundo año consecutivo, en la prueba de nivel que la Consejería de Educación realiza cada año a los escolares de sexto grado. Pero además se ubica en el puesto 22 de 1.200 colegios evaluados en todo Madrid. Un mérito que el director, en un acto de humildad, resta importancia. «Esto no tiene milagros porque todo depende del trabajo que se haga en el centro y cómo se impliquen los padres y alumnos a diario», remarca.
Sánchez señala que la noticia de haber ocupado el lugar más destacado de los colegios vallecanos la han celebrado con tranquilidad, aunque afirma tener mucha satisfacción personal por el trabajo realizado por todo el equipo docente, formado por 16 profesores. «Buscamos que los chicos sean sobre todo buenas personas, que respeten el derecho de los demás, que sepan defenderse en la vida, antes que tener mucho conocimiento».
Como parte de la metodología educativa, los alumnos del colegio Padre Mariana, realizan dictado diario, cálculo mental de matemáticas semanalmente, además de otras actividades para afianzar los conocimientos adquiridos en las clases de la mañana. «En el cálculo mental por ejemplo, formamos grupos de alumnos y a nivel de juego les proponemos problemas para que los resuelvan, todo mentalmente. Mientras un grupo está en la pizarra, la otra mitad de la clase está en la sala de ordenadores resolviendo problemas y haciendo cálculos», señala Sánchez.
Con poco se hace mucho
Este colegio que funciona desde 1967, cuenta con tres unidades infantiles, seis de primaria, un aula de educación compensatoria, un aula para pedagogía terapéutica, biblioteca, aula de informática y un aula de apoyo. Para este año tiene un presupuesto de 150 mil euros, de los que la mayor parte está destinado al comedor escolar. Además han sufrido recorte de profesorado lo que se ha dejado notar, afirma el director. Sin embargo, el docente dice que no se necesitan recursos desmesurados para realizar clases más amenas y motivadoras, aunque tampoco dejaría de lado «cualquier mejora» que se pudiera hacer en el colegio, como el tan solicitado gimnasio que vienen pidiendo hace varios años.
«Lo que sí pedimos desde hace mucho tiempo, es que el colegio tenga un gimnasio para que los chavales puedan hacer una serie de ejercicios. Ahora nos tenemos que conformar con el patio, que es amplio, pero lo del gimnasio es nuestra mayor carencia», asegura, y añade que al menos ya la administración ha planificado la construcción de uno, aunque de momento la crisis ha dejado aparcado el proyecto.
Sánchez asegura que no existe una fórmula mágica para trasmitir los buenos resultados del colegio Padre Mariana a otros centros, sin embargo remarca que sí hay tres cosas fundamentales que contribuyen al éxito: profesorado formal y estable, la colaboración de la familia en el objetivo que se busca «y sobre todo que los alumnos sepan que todo lo que realizamos lo hacemos para su beneficio».
Con poco se hace mucho
Este colegio que funciona desde 1967, cuenta con tres unidades infantiles, seis de primaria, un aula de educación compensatoria, un aula para pedagogía terapéutica, biblioteca, aula de informática y un aula de apoyo. Para este año tiene un presupuesto de 150 mil euros, de los que la mayor parte está destinado al comedor escolar. Además han sufrido recorte de profesorado lo que se ha dejado notar, afirma el director. Sin embargo, el docente dice que no se necesitan recursos desmesurados para realizar clases más amenas y motivadoras, aunque tampoco dejaría de lado «cualquier mejora» que se pudiera hacer en el colegio, como el tan solicitado gimnasio que vienen pidiendo hace varios años.
«Lo que sí pedimos desde hace mucho tiempo, es que el colegio tenga un gimnasio para que los chavales puedan hacer una serie de ejercicios. Ahora nos tenemos que conformar con el patio, que es amplio, pero lo del gimnasio es nuestra mayor carencia», asegura, y añade que al menos ya la administración ha planificado la construcción de uno, aunque de momento la crisis ha dejado aparcado el proyecto.
Sánchez asegura que no existe una fórmula mágica para trasmitir los buenos resultados del colegio Padre Mariana a otros centros, sin embargo remarca que sí hay tres cosas fundamentales que contribuyen al éxito: profesorado formal y estable, la colaboración de la familia en el objetivo que se busca «y sobre todo que los alumnos sepan que todo lo que realizamos lo hacemos para su beneficio».