Por Isa Mendi
Vecinos de Puente de Vallecas se concentraron el pasado 20 de noviembre a las puertas del Centro de Salud Vicente Soldevilla (calle de Sierra de Alquife, 8) para celebrar la mejora de la atención sanitaria, tras la llegada de seis nuevos médicos, recién graduados del MIR, que presentaron una candidatura grupal para ocupar algunas de las plazas vacantes en el ambulatorio. Estos residentes no dudaron en asegurar que se trata de un triunfo de la lucha vecinal. “Cuatro años pidiendo más personal sanitario para el Vicente Soldevilla, y hoy es una realidad. La defensa de la sanidad pública será siempre una prioridad para el barrio”, comentó la Asociación Vecinal Puente de Vallecas-San Diego, a través de sus redes sociales.
Vallecas VA ha tenido la oportunidad de conversar con Inés, una de las nuevas doctoras que pasan consulta en el centro de salud vallecano, que habla también en representación de sus compañeros. “La idea de venirnos al centro a trabajar fue surgiendo progresivamente. El centro de salud estaba ya en una situación muy precaria el año pasado por estas fechas, con pocos médicos atendiendo en la mañana y aún menos durante la tarde (Dani y Lola). Nosotros aún estábamos haciendo la residencia, formándonos para ser médicos de familia, «adscritos» a otros centros de salud del distrito y algunos de nuestros tutores, con los que pasamos consulta el último año de formación, venían en ocasiones al Soldevilla a echar una mano. De esta situación empezó a surgir la idea de proponer a la gerencia el venir todos juntos a trabajar al acabar la formación. Luego se formalizó un poco más cuando uno de nosotros, junto a su tutor, se trasladaron en febrero de este año al centro para empezar a trabajar en una plaza de la mañana. Ahí nos dimos cuenta de la necesidad que había y la idea se hizo un poco más real”, comenta.
Para esta profesional, el balance de lo “poquito” que llevan es positivo. “Los vecinos, en general, estaban deseando que llegásemos para que hubiese más médicos con los que cubrir la tarde y eso se nota. La acogida por parte de los pacientes y del resto de profesionales del centro ha sido muy buena. Aun así, hay muchas cosas que se pueden y se irán mejorando, sobre todo a nivel organizativo, porque el centro viene de una situación crítica donde los profesionales han hecho esfuerzos ímprobos por sacarlo adelante, pero también la organización se ha adaptado a esta situación. Ahora que la situación ha cambiado para bien, organizativamente también hay algunas cosillas que ir ajustando”, añade.
Codo con codo
Por último, alude a que “es un gusto trabajar en un centro en el que la población y los vecinos a los que atiendes sean tan agradecidos y, a la par, tan reivindicativos”. “La concentración del pasado 20 de noviembre pone de manifiesto que queremos, los vecinos y los profesionales, una sanidad pública de calidad y que vamos a luchar codo con codo para ello. Eso es algo que merece mucho la pena destacar”, apostilla.