Escribe: Antonio Luquero / VallecasVA.
Reproches y amargura, pero también buenos deseos para el futuro del Rayo Vallecano. Con estos calificativos se podría definir, a grades rasgos, la despedida que la familia Ruiz-Mateos escenificó tras 18 años al frente del equipo de la barriada de Vallecas.
En una concurrida rueda de prensa, Javier Ruiz-Mateos, la expresidenta Teresa Rivero, y Álvaro, otro de los hijos de ésta, dieron su versión sobre todo lo sucedido en los últimos meses, y los motivos que les han llevado a tener que vender el club. También quisieron desmentir algunas de las afirmaciones que se han vertido sobre la familia a raíz del caso Rayo Vallecano.
Javier, comenzó aseverando que “después de 18 años de presidencia y 22 de gestión hemos tenido que salir de esta manera y hemos querido que mi madre se defienda de esas acusaciones que se han vertido sobre mi familia y nuestra madre. En los últimos meses lo hemos pasado bastante mal”.
Teresa tomó la palabra para amirmar: “En estos años yo he dado mi corazón al Rayo y parte de mi vida, viajando con el equipo. Yo creo que no he faltado a 10 partidos en estos 18 años, en Primera, Segunda y Segunda B. Jugamos la UEFA e hicimos un papel muy importante. Me entregué totalmente a Vallecas y creo que la gente me quería, pero por estas cosas de la vida, el tema de los pagos, la crisis, han hecho con nosotros una persecución enorme. Los muñecos, los chorizos que se han sacado en el campo… No sé cómo se pueden ser tan malos”.
Reprochó que “nadie, ni aficionados ni periodistas, hayan salido a decir algo bueno de lo que habremos hecho. Nadie ha salido en nuestra defensa y me ha producido pena ver esa falta de agradecimiento. El día que se vendió el Rayo pasé un día horrible, lloré, porque al Rayo le he tenido dentro de mí”, concluyó.
1ra. parte
2da. parte
3ra. parte