Para muchos (aunque otros muchos se quedan fuera), en este mes de septiembre se retoma la actividad más habitual a lo largo del año: el trabajo, el cole, los estudios, etc. Este verano ha habido menos vacaciones para unos cuantos. Muchos no se han marchado por temas económico-laborales; otros, “profesionales de la política”, tampoco salieron y han seguido en su línea de continuar recortando y apretando las tuercas. Por otro lado, las movilizaciones sociales ante tanto atropello tampoco han estado “de vacaciones” este verano…
Hace algo más de un par de meses ya se vislumbraba que este otoño se presentaría “calentito”. Pues puede serlo mucho más. Hemos empezado septiembre con una subida del IVA (en algunos sectores totalmente desproporcionada) y con el anuncio de nuevos recortes. Para este mes están anunciadas diferentes movilizaciones, entre ellas: el día 15, la Cumbre Social en Madrid para pedir un referéndum al Gobierno sobre los recortes; el 17, convocatoria de huelga en Educación; el 25, acampada frente al Congreso para sensibilizar sobre la necesidad de un nuevo proceso constituyente…
Por otro lado, los estudiantes universitarios se encontrarán de narices con el aumento de las tasas, y con toda seguridad se movilizarán también.
Claramente, nos encaminamos a un escenario de creciente confrontación. Cada vez va estando más claro para una gran mayoría cuáles son los dos bandos. Por un lado, la gran banca, los grandes especuladores y sus principales cómplices: la “clase política instalada”; y por otro, el resto: la inmensa mayoría de la gente.
En estos próximos meses la tensión social va a ir en aumento. Es necesario tratar de comprender lo que está pasando, el momento tan especial que nos ha tocado vivir. Es posible que estemos en la antesala de un “mundo nuevo”, y que esta posibilidad cada vez se vaya acercando más y más, y de forma acelerada.
Pero esto es una construcción humana que depende de nosotros y que culminará cuando mucha, mucha, mucha gente, nos rebelemos unidos. Sí se puede. Para ello es imprescindible tener fe en que nos acercamos a un mundo mejor. Hay que confiar en nosotros mismos. Cada uno hemos de hacer nuestra parte y confiar.