Así, no
Sucedió en el encuentro que el Rayo Vallecano disputó contra el Betis. Un autocar con aficionados verdiblancos fue recibido con bengalas, botellazos y golpes, mientras subía por la avenida de la Albufera a la altura de la calle del Teniente Muñoz Díaz. Segundos después, un coche de la policía municipal era incendiado para completar la faena. Muy poco edificante…
Así, sí
Mientras los antidisturbios cargaban en la calle, dentro del estadio se vivían situaciones como ésta, en la que aficionados rayistas y béticos compartían asiento y hasta pancarta con “retranca”. El texto de la presente no tiene desperdicio: “Ruiz-Mateos: te cambio dos flanes por el Rayo Vallecano”. En qué poco se valora el equipo de Vallecas…
El último vuelo de la abeja
Los cambios en Vallecas se han sucedido de forma vertiginosa. En el encuentro disputado frente al Granada pudimos ver por última vez “con vida” al insecto-mascota de Rumasa, la abeja “Pica-pica”, zumbándole al balón como sólo una abeja sabe hacerlo. Tocaba bien la pelota el bichejo, a veces mejor que algunos jugadores de la primera plantilla. Una pena, sobre todo por el trabajador que iba dentro, otra víctima del desmantelamiento del holding de los “ruizmas”.
El predecesor
Y mientras a la abeja “Pica-pica” se le caía el aguijón por efectos de la crisis, la mascota predecesora continúa en la actualidad presente en Vallecas, “disfrutando” de un retiro dorado desde un lugar privilegiado: el banquillo del Rayo Vallecano. Pasa casi desapercibida, pero sigue ahí, como muestra la foto que os ofrecemos. Pocos la recordaréis, porque tuvo corta vida y una fama efímera. Empezaron llamándole “Rayito”, pero les debió parecer demasiado suave y lo rebautizaron con un nombre más contundente: “Tepegoleche”. Representa a un niño con gorra de chulapo y camiseta del Rayo, que con el puño cerrado en alto amenaza con pegarte un puñetazo a las primeras de cambio. Un “magnífico” ejemplo para niños y mayores, muy en la línea de las ideas con que los Ruiz-Mateos se hicieron con el Rayo: convertirlo en caja de resonancia de sus reivindicaciones sobre la vieja Rumasa. Habría que quitarlo del banquillo y, a ser posible, borrarlo de nuestra memoria.
No sin mi Coke
Al lateral derecho del Rayo Vallecano le siguen tirando los “tejos”, y no sólo las chicas. El Valencia C.F. intenta aprovecharse de la situación de desamparo que vive el Club vallecano, para intentar hacerse con los servicios del bravo jugador rayista. Su precio de salida era de 5 millones de euros, pero teniendo como excusa la crisis institucional pretende llevárselo por sólo uno. Igual sucede con el Sevilla, que también ha preguntado por el jugador. A la afición del Rayo le costaría digerir que «Coke» Andújar saliera del equipo en estas condiciones de usura.
¡Ese pestillo!
Las nuevas vallas han quedado fenomenales, pero como todo lo nuevo algún problema tenían que tener. Tal es el caso de las puertas de acceso al campo para Prensa y empleados; los pestillos estaban tan duros que hizo falta la ayuda de algún fortachón para poder moverlos. Aquí la maña, como puede verse, sirvió de poco…
Prensa por un tubo
La “movida” de Rumasa ha atraído a Vallecas periodistas como la miel a las moscas. En los últimos partidos no sólo ha habido problemas para colocar tanto fotógrafo, cámara de televisión, técnico y periodista, sino que ni siquiera había petos identificativos para todos ellos. Si se logra el ascenso, habrá que pensar que el número de medios existente hoy en día nada tiene que ver con los que había la última vez que el Rayo estuvo en Primera División.
Santa Teresa de Vallecas
Y mientras la Prensa se las veía y deseaba para encontrar ubicación dentro del estadio, el palco del Teresa Rivero se quedaba así: vacío, haciendo más evidente si cabe la ausencia de la presidenta titular. Y no es que estuviera en la capillita rezando, ni en un atasco previo al partido. Ni rastro de la interfecta tras casi veinte años “dirigiendo” el Club. Mal final para esta mujer, sin duda la menos culpable de todo lo que está sucediendo. Logró querer al Rayo, se hizo querer, y consiguió que su familia no vendiera el Club a lo largo de estos años. En fin, que tanto mérito tiene aguantar a la afición del Rayo, como a una familia así. Lo dicho, una santa…
Vuelve el «crack»
En los últimos días se han visto por Vallecas caras conocidas. Algunos futbolistas como Iriney o Diego Maínz se han enfrentado al Rayo con sus equipos actuales, y entrenadores de grato recuerdo como Pepe Mel lo han hecho desde el banquillo rival. Pero quien ha visitado Vallecas como espectador, y no como rival, ha sido Charly Llorens. El veterano defensa, que tan buenos ratos hizo pasar a la afición franjirroja, acudió a Vallecas a dar ánimos a sus amigos del vestuario en la previa al partido ante el Betis. Sandoval se abrazó con él y comentó en voz alta “¡Este sí que es un todoterreno!”. No le falta razón…
Si no quieres caldo…
Entre las actividades organizadas por las peñas para recaudar fondos con que financiar las movilizaciones contra los Ruiz-Mateos, a alguien se le ocurrió la feliz idea de distribuir caldito recién hecho a cambio de la voluntad. La idea es vieja —en Vallecas esto de comer caliente era habitual cuando el Rayo jugaba por las mañanas, allá en las épocas del blanco y negro—, pero resultó de lo más curiosa para los aficionados más jóvenes. Ah, por cierto, el caldo estaba cojo…
¡Qué agotamiento!
Sandoval lo había soñado, y por fin ha visto su sueño hecho realidad: que en un encuentro en Vallecas se agotaran las localidades. Ha costado, pero se consiguió frente al Betis. Me da que los cartelitos de “Agotadas todas las localidades” los vamos a ver más de una vez de aquí a final de temporada.
Luminoso sin luz
Pasó y volverá a pasar más veces si nadie lo remedia. El único videomarcador del estadio de Vallecas se quedó a oscuras, pero en esta ocasión el fallo no se debió al aparato, sino al sistema informático que lo sustenta, demasiado obsoleto para aguantar un trabajo así. Como otras muchas cosas en el Rayo, deberían cambiarlo por otro verdaderamente digno. Por cierto, al haber un solo luminoso en el estadio, muchos aficionados de la tribuna de la avenida de la Albufera no pueden disfrutar de él. Habría que poner otro enfrente. ¿O no?