Escribe: Antonio Luquero.
Son más de 600, pero como la lista definitiva con sus nombres está en el Club y a día de hoy nadie de la entidad franjirroja ha querido facilitársela, han encontrado serias dificultades para reunirse.
Más de cuarenta pequeños accionistas del Rayo Vallecano han acudido a la convocatoria hecha por varios de ellos en el Restaurante Cota. Su intención era conocer de primera mano la situación real de la entidad, y saber qué pasará con sus acciones si el Club entra en bancarrota. Convocados a través del boca a boca gracias a la información publicada por esta web, han mostrado desde el primer momento su intención de hacer llegar a la familia Ruiz-Mateos que ellos, aunque no cuentan con un enorme capital en el Rayo, también tienen unos derechos, que pretenden ejercer, máxime ahora “que el accionista mayoritario ha hecho dejación de sus funciones”, afirman.
A falta de un portavoz, pues ni siquiera se han establecido como plataforma, ponen uno a uno sobre la mesa sus principales preocupaciones. Entre ellas está el saber cuál es la deuda real. Según gestiones que varios accionistas han podido hacer en la gerencia del Club, se estima como válida la cifra de 30 millones de euros como la deuda que el Rayo mantiene, siendo 19´63 millones lo que se adeuda a Hacienda y 1´729 millones a la Seguridad Social.
Entre las acciones que pretenden ejercer está personarse en la causa judicial por la suspensión de pagos del Rayo, intentando que el juez la acepte y solicitar así las cuentas reales del Club. Aseguran que se adeuda todavía dinero a jugadores que no pertenecen al Rayo desde hace años, como Diego Klimowicz, a quien se debe 1´1 millones de euros, entre otros.
¿Por qué no se vende?
Respecto a las noticias sobre la posible venta del Club a personas interesadas en adquirirlo, harán llegar a la familia su escepticismo, recalcando lo “sospechoso” de que estas personas finalmente desistan, sin saberse a ciencia cierta el motivo de ello.
Sobre qué sucedería si finalmente el Rayo entrara en Ley Concursal, un abogado les aclaró que habría dos opciones: reflotar el Club o liquidarlo. En el segundo de estos supuestos, un interventor (auditor) se pondría al frente de la entidad y podría darse el paradójico caso de que los propios Ruiz-Mateos pudieran adquirir el Rayo de nuevo si se presentaran con el dinero. Esto, en todo caso, sucedería antes de que finalizara la presente temporada, y los pequeños accionistas serían los últimos en cobrar por sus acciones.
Se recalcó de todas las maneras, tras la pregunta de algún accionista, que en el caso de que el Rayo entrara en Ley Concursal, nunca los pequeños accionistas deberían hacerse cargo de las deudas del Club acumuladas durante la gestión de la familia Ruiz-Mateos.
Estos accionistas, solicitan de los medios de comunicación su apoyo para lograr que todos aquellos que tengan acciones del Rayo Vallecano, acudan con una fotocopia de las mismas a las reuniones que convocarán próximamente. Recuerdan también que los herederos de aquellos que, teniendo algunas de estas acciones hubieran fallecido, pueden hacerlo constar en estas reuniones para que se haga el pertinente cambio en los libros de registro.
Medidas de presión
Finalmente, han decidido presentar un escrito en las oficinas del Club, con acuse de entrada en el mismo, en el que solicitarán una reunión con la presidenta del Rayo o algún representante cualificado del mismo, para pedir los datos económicos del Club, e información sobre las ofertas de compra del mismo y los motivos reales por los cuales esas ofertas no se han hecho efectivas. A tal efecto, solicitaron que varios voluntarios se encarguen de realizar las primeras gestiones, para lo cual contarán con la colaboración de Julián Huerta, Ángel Prieto, José Alberto Izquierdo, Jesús Ramírez, Marcial Villaverde, Víctor Ramírez, Francisco Peco, Juan Lozano, Salvador Angón, Antonio García Camino, David Romero y Joaquín Castrillo, todos ellos accionistas del Rayo Vallecano asistentes a la reunión.
Para finalizar, decidieron convocar la próxima reunión para el jueves 28 de abril, a las 20:00 horas, en el Restaurante Cota (C/ Payaso Fofó s/n), insistiendo en que quien sea accionista o conozca a alguien que lo sea, le haga saber de la importancia de acudir a estas reuniones.