Piti ya tiene su propia peña

 

Piti, con su mujer y su hija Ana, recibiendo el carnet “de bolsillo” de la Peña Rayista que lleva su nombre. Foto: A. Luquero

Escribe: Antonio Luquero.

Hacía mucho tiempo que un jugador del Rayo Vallecano en activo no tenía una peña con su nombre. El último fue el mítico Jesús Diego Cota, cuya peña sigue siendo una de las escasas que llevan el nombre de un jugador del Rayo. Esta temporada ha nacido otra, la “Peña Rayista Piti”, y va dedicada a un futbolista que en tan sólo 5 años en Vallecas, ha conseguido representar la garra, la fuerza y el sentir que muchos aficionados llevaban buscando desde hacía tiempo en un jugador de la primera plantilla.

El acto de presentación tuvo lugar en el Restaurante El Segoviano, de la avenida de la Ciudad de Barcelona, y a él acudieron además de Piti y su familia, los jugadores Dani y Casado, así como muchos socios de la nueva peña y amigos que quisieron unirse a un homenaje que estuvo lleno de momentos emotivos. Allí, Piti recibió no sólo el cariño de los aficionados y miembros de la nueva peña, también regalos en forma de un gigantesco carnet con el número de socio “cero-cero” o una placa de recuerdo dedicada a “Nuestro Amigo el 10 de Vallekas”. Sin embargo, los presentes que hicieron más ilusión a Piti y los que dieron más juego durante la noche fueron una peluca y un megáfono, artilugios que Piti encumbró a la categoría de iconos en la celebración por el ascenso a Primera División.

Tras la cena, el futbolista agradeció a los asistentes que pusieran una peña con su nombre, participó en un brindis, y asistió emocionado la proyección de un vídeo en el que se repasaron los momentos más importantes de su trayectoria deportiva, incluyendo imágenes de su infancia. Después entre abrazos, fotos y felicitaciones, Piti habló con VallecasVA sobre la Peña que lleva su nombre:

¿Quién te propuso por primera vez poner una Peña con tu nombre?
Alberto fue uno de los primeros; le conocí hace año y medio y me dijo que a él y a muchos amigos suyos les gustaba mucho como jugador, y que si me parecía bien que hicieran una peña con mi nombre. Les dije que sí, aunque no pensé que fuera a hacerse realidad. Para mí es muy importante porque se reconoce el mérito al trabajo durante muchos años. No es fácil haber estado en Segunda “B” y subir a Primera División.

¿Y cuándo crees que estos aficionados empezaron a fijarse más en ti?
Creo que a partir del día del Eibar la gente me cogió mucho cariño. Desde el día que llegué me lo tomé muy en serio porque el Rayo es un club que se portó muy bien conmigo.

Este año tuviste la oportunidad de salir del Rayo y sin embargo has decidido quedarte, ¿por qué?
Yo estoy muy a gusto en Vallecas desde que llegué hace 5 años y no tengo ningún pensamiento de moverme de aquí. Si no sucede que el propio club me enseñe la salida, por mi parte estaré aquí hasta que el Club me diga que me tengo que ir.

¿En qué se diferencia el Rayo de otros equipos en los que has jugado anteriormente?
En la afición y el Club, que son de barrio, son muy cercanos a las personas. Yo me he criado en un barrio donde me he podido relacionar con todo tipo de gente y el Rayo es así, un club de barrio, humilde, que me encanta. Su afición es muy cercana al jugador: es de 10.

¿Qué te ha parecido el homenaje que te han tributado todos estos aficionados?
Son gente maravillosa, encantadora. Alberto, el presidente, es un crack, todo lo que han preparado es para que se me salten las lágrimas. La verdad es que no tengo palabras para expresar todo lo que he vivido aquí.

¿Te ves en el futuro retirándote como jugador en el Rayo Vallecano?
Por supuesto. Yo lo que quiero es seguir aquí todos los años posibles; que el día que me tenga que marchar sea porque alguien del Club me enseñe la salida y no me quede más remedio que tomarla. Si eso sucediera no voy a poner ningún impedimento.

¿Tu mujer y tu hija Ana también son rayistas?
¡Por supuesto! Uno de los pilares por los que estoy muy a gusto en el Rayo es por ellas. Están muy contentas aquí en Madrid, mi hija se sabe todas las canciones del Rayo Vallecano… no puedo pedir más. Donde ellas se encuentran a gusto es donde yo me encuentro a gusto.

El culpable

Que Piti tenga una peña con su nombre en Vallecas es obra de varios “culpables”, aunque el mayor de todos es su presidente, Alberto Leva Santalla, para quien Piti no escatima elogios. Alberto nos comenta que la Peña está formada por “un grupo de amigos de la zona de Palomeras”, y aunque empezaron siendo 20 “hemos superado las expectativas y rondamos actualmente los 100 socios”.

Tienen su sede en el bar “Pon de Beber”, de la calle del Arroyo del Olivar nº 53. “Allí nos juntamos
para ver los partidos de fuera de casa; cuando el Rayo juega en casa allí hacemos la previa y después, cuando termina el partido, quedamos para comentar cómo ha ido la cosa”. Sobre los motivos de poner a una
peña el nombre de Piti, Alberto valora que el futbolista «ha demostrado compromiso y sabemos lo que ha significado para el vestuario y para nuestro club»

La anécdota

Uno de los momentos más “jugosos” de la noche lo protagonizó el propio Piti. Tras cortar la tarta junto al presidente de la peña, decidió “completar” el trabajo partiéndola en más de 60 pedacitos, uno para cada invitado. La sorpresa vino cuando el camarero exclamó antes de llevársela: “No sirve para nada, habrá que tirarla”. Afortunadamente para los asistentes, pocos segundos después llegaban los postres: trocitos de la misma tarta pero significativamente más grandes que aquellos que Piti había cortado con
tanto esmero.

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