Por I. Mendi
Colectivos vecinales y ecologistas volverá a salir a la calle el domingo 21 de enero para exigir por enésima vez la clausura de la planta de Las Lomas en 2025, compromiso del entonces Gobierno municipal de Manuela Carmena. La V Marcha por el cierre de la incineradora de Valdemingómez, organizada por la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Ecologistas en Acción de la Comunidad y el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), partirá a las 11 de la mañana del Metro La Gavia y finalizará, tras completar 9 kilómetros, junto depósito de cenizas de la instalación.
“Ya es hora de cerrar una instalación que, además de contaminante, se ha quedado obsoleta y es cara y poco eficiente. Su continuidad, además, se encuentra en las antípodas de la línea de gestión de residuos que marca Europa, que no en vano en 2017 dejó de financiar las plantas incineradoras y desde entonces apuesta por proyectos más sostenibles que beneficien la economía circular”, explican los colectivos convocantes de la protesta.
La marcha de este año quiere visibilizar la problemática de la inadecuada gestión de los residuos a nivel regional. Por ello, se ha invitado a participar a las plataformas vecinales de las mancomunidades de residuos del Sur y del Noroeste. En estas se está tramitando la ampliación de los vertederos de Pinto-Getafe y de Colmenar Viejo, respectivamente. También se espera la asistencia de la plataforma vecinal de la Mancomunidad del Este, donde en 2021, se inauguró la nueva planta de tratamiento de Loeches, después de cerrar el vertedero de Alcalá de Henares por saturación de su capacidad.
Afección a la población cercana
Además, la organización de esta acción reivindicativa asegura que esta caminata permitirá conocer de primera mano las dimensiones del Parque Tecnológico de Valdemingómez y de la incineradora de Las Lomas, así como sus afecciones sobre las zonas más cercanas, entre las que se encuentran los nuevos desarrollos de El Cañaveral, Los Ahijones, Los Berrocales y Valdecarros. Este último barrio, que cuando se termine contará con 51.000 viviendas, se encuentra a apenas 2 kilómetros de la incineradora, al igual que el Ensanche de Vallecas, el lugar, junto a la Cañada Real, más afectado en estos momentos por las emisiones tóxicas de Valdemingómez.
“Se calcula que unas 700.000 personas, que residen en un radio de 10 kilómetros de Las Lomas, están sometidas hoy a estas emisiones que contienen sustancias peligrosas”, dicen estas entidades.
Por último, consideran que el equipo de Gobierno de José Luis Martínez-Almeida “tiene la firme intención de prolongar el funcionamiento de la incineradora de Valdemingómez hasta el año 2035 como mínimo, tal y como refleja su proyecto de Estrategia de Residuos, un texto que, a punto de ser aprobado, parece concebido con el único fin de justificar el mantenimiento de la vieja, contaminante y poco eficiente instalación”.