A pesar de las restricciones sanitarias, estas fiestas populares se pudieron realizar con un gran repertorio de actividades sociales y culturales
Por Guillermo Belinchón
Las fiestas populares de la Karmela se celebraron del 15 al 18 de julio en unas jornadas caracterizadas por una gran diversidad de actividades culturales y sociales adaptadas a un formato diferente debido a las restricciones por el coronavirus.
Estas fiestas se empezaron a celebrar hace más de una década organizadas por el Ateneo Republicano de Vallecas y por la Asociación Vecinal del Alto del Arenal con el objetivo de crear una alternativa a los festejos oficiales del Carmen del Ayuntamiento de Madrid, que, según estos colectivos, perseguían unos criterios distintos a las necesidades que demandaba el barrio.
“Son más modestas y cercanas con actividades culturales, sociales y reivindicativas. Con el paso de los años, más colectivos entran a formar parte de la organización de las fiestas y se empiezan a realizar en el recinto ferial de Arroyo del Olivar. Viene mucha más gente que a las fiestas oficiales del Ayuntamiento y no lo reciben de una manera positiva, prohibiéndonos volver a realizarlas en este espacio”, cuenta Javo, uno de los organizadores de las fiestas de la Karmela.
Hasta hace cinco años no se volvió a ceder ese espacio, que ya pasó a organizarse desde una comisión de fiestas integrada por una gran cantidad de colectivos, entre ellos Yescas Vallekas, Bukaneros o La Villana. A través de asambleas organizaban las actividades y daban la posibilidad a los nuevos colectivos o asociaciones que emergían en el barrio, a darse a conocer a través de actividades en estas fiestas.
“Este año debido a las restricciones no hemos podido organizar las fiestas populares, pero sí hemos conseguido la autorización para desarrollar actividades socioculturales. Hemos tenido que controlar el aforo, la distancia social y el uso de mascarillas. Entendemos que, si hacemos una actividad en una plaza, somos responsables de que se respeten todas las medidas y nos hemos organizado sabiendo eso y siendo consecuentes con la situación”, aclara Javo.
Actividades
El jueves 15 de julio arrancaron las fiestas con la batukada Samba tu y con la colocación de una placa en homenaje a Perico, el electricista que venía a cortar la luz todos los años en la Karmela y que falleció este año. Por la tarde en la Plaza de Nica, la música volvió a tomar el protagonismo con Oskar Expreso, cantautor, un espectáculo de ‘freestyle’ y un ‘showcase’. “Nos sorprendió la gran acogida que tuvieron las actividades del jueves, vino mucha gente”, asegura Javo.
El viernes no hubo actividades por la mañana, pero a partir de las 19 horas en la Plaza Roja empezó el movimiento con un pasacalles de la charanga de la Asociación Trovada, seguido del espectáculo de malabares de clown Dos Perillas, y por último, un concierto de la Belcho Band y de Dj Chato. “Son fiestas participativas, tenemos todos que arrimar el hombro, no solo disfrutarlas. Llevo tres años en el barrio y todo lo que pueda ayudar siempre es positivo”, cuenta Chato, uno de los protagonistas de las actividades del viernes.
La jornada del sábado se caracterizó por una gran variedad de propuestas deportivas y musicales. Para participar se necesitaba un registro previo, como fue en el torneo de fútbol o en las clases de boxeo, destinadas a jóvenes de entre 10 y 18 años, y en una jornada de rugby. Al finalizar la mañana, se hizo una comida popular y después unos juegos castellanos donde destacaron las carreras de sacos. A partir de las 18:30 horas se reanudaron las actividades dentro de la CSO La Atalaya donde tocaron distintos grupos musicales.
Las fiestas finalizaron el domingo, que empezó con un rondacañas, donde los asistentes con los boletos que previamente habían comprado, tenían derecho a una cerveza en los cuatro bares que recorrieron a lo largo de la mañana. Por la tarde, los más jóvenes se reunieron en la Junta Municipal de Puente de Vallecas para realizar un hipotético abordaje simulando la famosa Batalla Naval de Vallekas y recorrieron las calles del distrito con pistolas de agua hasta el parque Azorín, donde se celebraron las últimas actividades programadas de la Karmela, con conciertos de Flamenkas 4×4, Bulbalkan y Salvador Amor.
En clave de crítica
La comisión de fiestas de la Karmela continua hoy luchando contra las administraciones para conseguir permanentemente el recinto ferial para su uso y disfrute de los vecinos del barrio. “Quieren construir una nueva Junta Municipal en el espacio donde celebramos las fiestas, y que el barrio quería utilizar para construir un escenario y que fuese una zona polivalente para nuestras actividades. Pero resulta que el nuevo ayuntamiento ha decidido que eso no será posible y ha preferido dejarnos sin recinto ferial. Nos parece muy mal lo alejadas que están las Instituciones de los intereses del barrio”, puntualiza Javo.