Escribe: Antonio Luquero.
Quedan muy pocas jornadas para el final de la Liga, y el Rayo Vallecano afronta el “sprint” final de lo que su entrenador ha dado en llamar “maratón de 42 kilómetros” —en referencia al número de encuentros del Campeonato—. Si nada se tuerce, y no hay por qué ponerse dramáticos a estas alturas de la competición, el Rayo conseguirá terminar por derecho propio entre los dos primeros clasificados, lo que le dará acceso directo a la Primera División.
José Ramón Sandoval, el “míster” vallecano, considera que venciendo en los partidos de casa, el objetivo estará conseguido. Por eso, los aficionados miran de reojo los últimos encuentros que se disputarán en Vallecas (en especial los que nos enfrentarán a Elche y Xerez) pues resultaría paradójico que fuera frente a los xerecistas, equipo de la patria chica de los Ruiz-Mateos, cuando se lograra matemáticamente el ascenso.
Partido crucial
Además de los encuentros de casa, el Rayo deberá visitar al Celta, en Vigo, encuentro trascendental frente a un rival que ocupa los puestos de play off. Una victoria en Balaídos alejaría a los gallegos de los dos primeros puestos, y llevaría a los vallecanos a mayobañarse en la Fuente de la Asamblea para celebrar el retorno a la Liga de los más grandes. Sandoval aseguró que siguiendo “la media inglesa”, es decir, venciendo en casa y empatando fuera, “el Rayo podrá lograr los 78 u 80 puntos en los que creo va a estar el ascenso directo”.
Pero independientemente de los logros deportivos, que han sido importantes en todas las categorías del Club de Vallecas, incluida la cantera, sigue trayendo cola el tema de la venta de la entidad al mejor postor. Y ahí está el meollo del asunto, pues no queda acreditado que el mejor postor sea finalmente quien se meta en el bolsillo la entidad vallecana.
Más compradores
Sergio González Sobrino, el primer comprador de quien se tuvo noticias, desistió finalmente de adquirir el Club por causas no suficientemente acreditadas, y su “sucesor” Pedro Roiz corrió la misma suerte, junto al grupo de empresarios a quienes representaba.
Mejor suerte parece tener la oferta de compra sobre la entidad hecha por Raúl Santiago Martín Presa, un joven empresario de 40 años y abonado al Rayo Vallecano, según el Club, desde el año 2000. Director general de la empresa de soportes publicitarios Margi, cuenta con el visto bueno de la familia Ruiz-Mateos para consguir hacerse con sus acciones en la entidad. Así las cosas, los pequeños accionistas del Rayo Vallecano, que en una cifra cercana a los 640, acompañaron a la familia Ruiz-Mateos cuando estos decidieron comprar el Rayo hace veinte años, se reunían intentando poner algo de luz en el oscurantismo que acompaña a todo lo relacionado con la operación de venta del Club.
La sospecha de que un testaferro de la familia propietaria de la entidad sea quien finalmente consiga hacerse con el Rayo, ha puesto en estado de máxina alerta a este grupo de pequeños accionistas, que pese a lo precario de su inversión (todos juntos a penas llegan al 3 por ciento del capital) nadie pone en duda su rayismo. Las próximas fechas serán determinantes, por tanto, para confirmar los buenos augurios sobre la marcha deportiva del primer equipo, y servirán para conocer finalmente quién está detrás de la compra del Rayo Vallecano, si se trata de una persona o grupo inversor de fiar o si, por el contrario, el rayismo deberá ponerse en pie de guerra ante lo que se le puede venir encima.
Os vamos a dar la del pulpo jajjaa elche de 1a