Elevad los corazones

La vida y las sociedades son demasiado valiosas como para que se pierdan en la mediocridad, en cierto desánimo o en dejarlas en manos de estafadores e irresponsables.

La vida, ¿tal vez nos ha sido dada para hacer de ella algo hermoso y para aportar a esta sociedad humana nuestra particular valía? Solo hay dos respuestas a esta pregunta y ambas se han vuelto extremadamente decisivas en estos momentos que vivimos de profunda crisis y profundas oportunidades.

Si queremos estar a la altura de los acontecimientos, no podemos dejar pasar ni un solo día sin respondernos esa pregunta. Y si ya nos la hicimos hace tiempo, cosa que es muy probable, viene muy al caso estas palabras de un ser un tanto particular, Silo, quien proponía: “No dejes pasar tu vida sin preguntarte ¿hacia dónde voy?” y, a renglón seguido, la lanzaba con más acierto desde mi punto de vista: “No dejes pasar un solo día sin responderte ¿hacia dónde voy?”

A la tremenda velocidad a la que van los acontecimientos relevantes, tanto en nuestras vidas como en el mundo, se hace más necesario que nunca que esas respuestas diarias tengan el sabor de “reinventarse” diariamente. No es que uno vaya a cambiar cada día sus anhelos, sus intereses o sus quehaceres, pero sí es imprescindible no caer en la rutina, en la inercia y en la repetición. El universo a cada segundo construye y destruye, está en permanente movimiento. Sería de utilidad que nuestra actitud ante la vida tuviera un poco ese sabor, ese vivir y construir diariamente.

Pues así nos encontramos cada uno de nosotros como individuos y como pequeña sociedad (nuestro Vallecas). Ahí es donde tenemos capacidad de hacer, de influir en una u otra dirección. Todo lo general, lo que pasa en el mundo, en Europa y en España, nos condiciona enormemente, pero no determina lo que podemos hacer, y no determina el intento de tener una vida personal coherente y de mejorar nuestra pequeña sociedad.

Puestas así las cosas, ¿por qué no apostar por la respuesta más elevada, aquella que nos hace más humanos?

Ya en el siglo III, era muy común la expresión en latín ‘sursum corda’, que traducida, viene a decir “elevad vuestros corazones”.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.