Por Juan Rodríguez
Este cronista va a tener que hacer malabares para no repetirse como el chorizo de Cantimpalos, esa noble localidad segoviana. Y es que, como venimos diciendo desde el pleistoceno (un siglo antes de Cristo arriba, un siglo después de Cristo abajo), al Rayo no es que le falte pegada arriba, es que le faltan directamente los guantes para subirse al ring. Y, claro, todo lo que propone y crea de fútbol ofensivo (que es un porrón) suele acabar en nada. El Atleti, por el contrario, tiene unos pegadores de primer nivel: Julián ‘La Araña’ Álvarez, Griezmann y esa mezcla de Iván Drago y un Terminator (el copyright no es mío) que es Alexander Sørloth, una pesadilla noruega con forma de delantero centro (también de tanque). Ambos equipos, rojiblancos y franjirrojos, propusieron un juego vistoso y de ataque sobre el césped del Metropolitano y, ¿adivináis quién se llevó el gato al agua? Efectivamente, el equipo del Cholo Simeone. El gol es el bien más preciado del fútbol y los colchoneros pagaron mucho dinero el verano pasado para tenerlo. El Rayo, por el contrario, prefirió ignorar el estado de RDT y confió la suerte del gol al estado de Camello, el capricho de James Rodríguez o una posible explosión de De Frutos. El verano que viene, nueva oportunidad de subsanar el problema. De momento, esto es lo que hay.
Y lo que hay es un equipo, el de Íñigo Pérez, que funciona como un reloj suizo. Aplicado, trabajado, con una idea clara de lo que quiere en cada partido, pero también frustrante y frustrado. Frustrante porque, como espectador, ya te sabes que va a malgastar las cuatro o cinco ocasiones claras de gol que va a generar en cada partido (tuvimos remates de cabeza de Isi, zurdazos de Gumbao o remates de Ratiu); y, frustrado, porque percibes en el equipo cierto desgaste generado de esa incapacidad ante el gol que le está haciendo perder el fuelle en esta recta final de temporada. Como esa Coca-Cola de dos litros que lleva mucho tiempo en la nevera, no te la bebiste a tiempo y ya apenas queda gas, ¡con lo rica que estaba hace tan poquito! Finalmente, el Rayo hizo buenos los (malos) pronósticos: no ganaba en casa del Atlético de Madrid desde 1999… y sigue sin ganar.
La misión de los vallecanos en los cinco partidos que restan de competición debe ser nadar y guardar la ropa, arañar cada punto posible de los goles que puedan hacer los esforzadísimos Nteka, De Frutos (completó muy buenos minutos), Isi, Pedro Díaz y compañía. Nada que reprochar a la plantilla. Pocas veces ha rendido tan bien un grupo de jugadores del Rayo Vallecano en las últimas temporadas. Una pena que, seguramente, también ellos quisieran contar con un tipo arriba que diera sentido a todo su trabajo.
El próximo partido del Rayo es otro derbi madrileño, el que le enfrentará al Getafe en el Estadio de Vallecas, el viernes 2 de mayo a las 9 de la noche
Podéis escuchar el podcast Dame Rayo, con mis impresiones del partido, así como un repaso a la actualidad e historia del Rayo Vallecano, pinchando aquí:
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El ranking:
El héroe del partido: Julián Álvarez. Sorloth hizo un gol y casi hace más en tres o cuatro llegadas, pero el argentino se marcó una segunda parte colosal coronada con el tercer gol del partido.
El villano: Batalla. A ver, que poco pudo hacer en los goles, pero estuvo algo acelerado en varias acciones, especialmente en una salida del área ante Gallagher (quien prefirió dejarse caer al notar el contacto del portero a buscar otro gol con el meta fuera de la portería del Rayo).
El datito: Dos. El primero es que esa aceleración de Batalla le llevó a cometer falta sobre Gallagher, que le supuso la quinta tarjeta amarilla, con lo que se perderá el próximo partido de la franja por acumulación de amonestaciones.
El segundo, Lejeune (que tuvo un choque con Sorloth y casi acaba en una cuneta) cumplió 100 partidos con el Rayo en Primera División y 200 partidos en total en LaLiga. Con esta impresionante cifra, se sitúa como sexto jugador de La Franja con más partidos en Primera, tal como leemos en la excelente web Unión Rayo: 1/ Trejo, 2/ Dimitrievski, 3/ Pathé Ciss, 4/ Bebé, 5/ Lass Bangoura.
La pregunta: ¿Por qué parece que, de repente, el Rayo ha encallado cuando estaba a punto de completar una temporada magnífica?
Declaraciones:
Íñigo Pérez: «Cuando no se roza la excelencia en un escenario así, sucede lo que ha pasado. Es verdad que hemos tenido ocasiones, que en muchas fases del partido hemos estado muy bien, pero tenemos que ser autocríticos. No podemos defender el área como lo hemos hecho, con el potencial que tienen. Las matemáticas dicen que el objetivo aún no está conseguido. Tenemos que saber en qué hemos estado mal y mejorar».
