Por Christian Rodríguez
El Rayo Vallecano puso fin a su mini gira por Turquía de la mejor manera posible. El combinado de Andoni Iraola se impuso por la mínima al Galatasaray turco, ex equipo del ahora delantero rayista, Radamel Falcao.
El Tigre no pudo disputar ni un solo minuto debido a unas molestias físicas que se encuentra atravesando, pero no dudó en salir al césped antes del comienzo del encuentro para saludar e incluso lanzar besos a su antigua afición. Esta respondió con aplausos y coreando el nombre de la estrella colombiana, en lo que fue un bonito homenaje.
El partido en sí tuvo poca emoción, propio de un encuentro amistoso, pero dejó varios nombres propios. El primero de ellos, el del protagonista del choque: Andrés Martín. Corría poco más de la primera media hora del choque cuando Berkan Kutlu le regaló la posesión a Unai López como si se tratase de la noche de Reyes. El mediocentro trazó un pase a la perfección hacia Andrés y el delantero sevillano se reivindicaría con un tremendo zurdazo desde fuera del área que quitó las telarañas de la portería que intentaba defender el meta Okan Kocuk. Andrés Martín no marcaba con la camiseta del Rayo Vallecano desde el pasado 5 de enero en Copa del Rey contra el Mirandés.
Antes de este golpe, los locales se mostraron enérgicos durante los primeros minutos del partido llegando a acumular hasta cinco ocasiones de gol, pero desperdiciando todas ellas sin suponer demasiado peligro para Dimitrievski. El Rayo se mantuvo algo más replegado de lo que viene siendo habitual en su juego, presionando y saliendo a la contra cuando tocaba. Álvaro García y Camello a punto estuvieron de abrir la lata en las que fueron las llegadas más peligrosas del Rayo Vallecano antes del golazo de Andrés.
Tras el descanso, Iraola introdujo caras nuevas como las de Santi Comesaña, Isi y RDT, que tuvo otro mano a mano chafado con el portero rival por mostrarse algo dubitativo a la hora de definir, situación casi calcada a la que tuvo en el anterior partido contra el Fenerbahçe. Mario Hernández y Pozo tuvieron las ocasiones más claras del Rayo en la segunda mitad, aunque el peligro fue escaso en ambas áreas.
El susto lo daría Óscar Trejo. El capitán franjirrojo tuvo que ser sustituido en el descanso por unas molestias en el muslo derecho que, en principio, no apuntan a ninguna lesión grave. El Rayo vuelve a Vallecas tras su expedición turca, con la intención de seguir recuperando su ritmo físico y competitivo antes de que se reanude la Liga en apenas tres semanas.