Por José Luis García Heras
En varios lugares se sostiene que serían «las tropas cristianas quienes construyeron el primer puente sobre el arroyo Abroñigal, siendo éste (…) uno de los cinco arroyos subterráneos que atraviesa Madrid» (‘El arroyo de Valnegral en el fuero de Madrid’, palomatorrijos.blogspot.com.es). Siendo posible que en esa época u otra posterior ya se hubiera construido un puente sobre el arroyo Abroñigal a la entrada de Vallecas, se sabe que en 1729 el arquitecto Pedro de Ribera proyecta la construcción de un puente, cuya primera reparación se realiza unos 20 años después.
El historiador Antonio Ponz (1725-1792), en ‘Viage de España’, dejó escrito: «El camino de Madrid a Vallecas es pésimo en tiempos lluviosos, y el arroyo que lo atraviesa, llamado del Abroñigal, peligrosísimo cuando crecen las aguas; en él han perecido no pocos pasajeros queriéndolo vadear, por estar el puente de lo más ruin».La obra ha desaparecido, pero nos queda en su lugar el topónimo puente de Vallecas.
La carretera de Valencia, que saliendo de Atocha lleva a Vallecas pasando por el Portazgo, se abre alrededor de 1800. Dada la importancia de la carretera para la entrada en la corte de suministros y la existencia en el puente sobre el Abroñigal de una aduana o fielato, poco a poco, va surgiendo un conglomerado de casas y ventas antes de pasar el fielato, en el término de Vallecas.
El puente de Vallecas «sobre el arroyo», situado en la carretera de Valencia, se cita en 1839 con ocasión del amojonamiento de Madrid. En algún portal se identifica el puente de Vallecas con el puente de los Tres Ojos. Otra referencia a dicho puente dice que «Sobre 1720, Pedro de Ribera recibió el encargo de construir el denominado ‘puente de los Tres Ojos’. En realidad, estaba formado de siete ojos, pero sólo los tres grandes eran utilizados primero para el cauce del arroyo del Abroñigal».
Pero no cabe confundir los dos puentes, el de Vallecas y el de los Tres Ojos, pues este «se proyectó para la línea Madrid a Aranjuez para pasar desde el Cerro de la Plata al Cerro Negro salvando el arroyo Abroñigal». En 1847 se inician los arcos, en 1849 se alargan las obras y en 1850 parece estar ya terminado. Pero en 1855 las fuertes lluvias y una crecida del arroyo Abroñigal hunden el puente al paso de una locomotora.
Ya avanzado el siglo XX, en 1983, se produce la demolición del puente de los Tres Ojos.
También existían pequeños puentes que comunicaban barrios de la Corte con barrios de Vallecas, como los pontones que comunicaban Las Californias con Nueva Numancia. Puentes menores que a cada embestida de las aguas bravas del Abroñigal sucumbían y dejaban aislados a los vecinos.
En las tormentas, el caudal era tal que llegaba a pasar por encima del pretil del puente como en las inundaciones de 1885, de 1906 y de 1917, y se llevaba por delante los merenderos próximos al cauce e inundaba los barrios de Doña Carlota y de Arroyo del Olivar.
En una imagen publicada en la revista La Esfera en 1927, se ven los estribos de un puente, seguramente de madera, entre Las Californias (a la derecha) y Nueva Numancia, que ya dejó de arreglarse.