La gente ya se está preguntando ¿Qué quiero de verdad? ¿Qué necesito? Desde cierta profundidad van surgiendo sus respuestas y junto a otros muchos, hacen suyas las plazas y calles en todo el planeta. «Cuando el gobierno viola los derechos del pueblo, la insurrección es para el pueblo y para cada porción del pueblo, el más sagrado de sus derechos y el más indispensable de sus deberes» (Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano de 1793).
La reciente Huelga General del 29 de marzo ha sido modélica. Ha sido una señal para Todos. Con ella se inicia una nueva era de crecientes y permanentes movilizaciones que, en forma de incipiente Marea Humana, tendrá como claro objetivo en los próximos dos meses la retirada de la Reforma Laboral y de los Presupuestos Generales del Estado.
Ante temas tan vitales, el pueblo reclamará su derecho a ser consultado a través de referéndums vinculantes. Al no ser oído su clamor, él mismo realizará Consultas Populares, evidenciando de forma vergonzante la creciente e imparable brecha entre el gobierno y el pueblo.
Y así la situación, en mayo y junio, la gente, siendo coherente y haciendo uso de su sagrado derecho a la rebelión, se preguntará: ¿Por qué habré de pagar mis impuestos, si finalmente en vez de resolver nuestras necesidades, se lo dan a la Banca?, ¿para qué vale un Estado maniatado por la Banca que no quiere ni cuida a su gente?
Y todo esto servirá para comprender que el capitalismo está agotado, abriéndose la posibilidad de que «algo totalmente nuevo» y surgido desde el corazón de la gente en todo el planeta, cristalice, haciéndose evidente el avance de la Nación Humana Universal, donde el Ser Humano y no el dios Dinero es el valor supremo.