Cañada Real, sin luz y sin derechos humanos

Una vista panorámica de la Cañada Real Galiana

El informe ‘Luz para la Cañada, el impacto del corte del suministro eléctrico en la Cañada Real Galiana sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes’ analiza la difícil situación en la antigua vía pecuaria

Por Guillermo Belinchón

Más de nueve meses después del corte del suministro eléctrico, la situación de la Cañada Real Galiana no es únicamente una emergencia humanitaria, sino que se trata de una verdadera crisis de derechos humanos, donde la vida de sus habitantes se está viendo afectada por una disputa competencial entre las diferentes administraciones, siendo último garante el Gobierno central. Ésta es una de las principales conclusiones del informe ‘Luz para la Cañada, el impacto del corte del suministro eléctrico en la Cañada Real Galiana sobre los derechos de las niñas, niños y adolescentes’, realizado por la Clínica Jurídica del Máster en Derechos Fundamentales del Instituto de Derechos Humanos Gregorio Peces-Barba de la Universidad Carlos III de Madrid y que fue presentado en la tarde del pasado 24 de junio en un aula de ICADE. Como solución, el mencionado documento establece que es crucial que todas las administraciones desarrollen un plan de acción conjunto y coordinado para solventar los problemas existentes.

Las autoras del informe, junto a profesionales que trabajan en la Cañada Real

Vallecas VA ha conversado con las personas que han elaborado este informe, todas ellas graduadas en el Máster de Derechos Fundamentales, para recoger sus experiencias, cambios e impresiones al conocer una realidad tan cercana en cuanto a proximidad, pero tan lejana en cuanto a concienciación social.

Carmen Ordoñez, graduada en Derecho

“Conocía el problema, pero no a fondo y me parecía interesante, y es cierto que una vez lo conoces, te das cuenta de lo que puede aportarte esa realidad tan cercana realmente a tu casa. Por lo tanto, para mí esta experiencia ha sido una bajada de las alturas a la realidad y me siento afortunada, sobre todo de ser una privilegiada, porque es increíble lo que está pasando a escasos kilómetros de aquí. Me quedo con lo que nos contaron los niños. El cómo se sienten y el que saben que a ellos no les van a hacer caso porque son niños. Saber cómo se sienten y que conocen el problema que están viviendo con esas edades tan tempranas a mí me resultó muy duro. Creo que no nos estamos dando cuenta de que se están jugando con los Derechos Humanos. Las autoridades competentes están poniendo el foco en temas que no tienen nada que ver con estas vulneraciones de los derechos. El hecho de que exista algo de droga, desde mi punto de vista, no debe ser el problema al que haya que focalizar, sino que se están vulnerando unos derechos humanos y no se está haciendo nada para solucionarlo, ni desde las administraciones, ni desde el Gobierno Central”.

Ainhoa Echave, graduada en Relaciones Internacionales

“Tenía cierta noción de lo que estaba ocurriendo, pero tampoco lo conocía en profundidad y me llamaba mucho la atención el tener una problemática tan grande cerca de casa y estar tan desconectada de esa realidad. Las cosas que te cuentan son impactantes, pero luego en la realidad, el proceso y el contacto con la gente para mí fue completamente normal, como si te acercases a cualquier otro barrio. La gente está dispuesta a hablar, te da la bienvenida… eso es muy significativo y se tiene que resaltar. Siempre escuchamos que la Cañada Real es un zulo donde hay un montón de gente criminal y lo que yo me llevo, y se lo digo a todo el mundo, es que son gente normal que quieren que se las escuche y que buscan cubrir sus necesidades básicas. Lo peor es no puedes darle ningún consuelo ni ninguna solución. Que una niña viva con miedo a que se le queme su casa o a que su abuela se muera en un incendio, a mí personalmente me pareció muy duro. También la situación de las mujeres embarazadas, porque lo han pasado muy mal. Lo más urgente actualmente es que vuelva la luz para que se puedan restaurar todas las necesidades básicas, pero eso es una solución a corto plazo. A largo plazo hay que buscar la manera de que estas personas puedan vivir de una manera digna”.

Valentina Ortiz, abogada

“Ha significado una experiencia increíble, de las más reconfortantes e impactantes de toda mi vida porque no me esperaba que estuviesen en una situación tan grave. Yo lo que conocía sobre este problema, aparte de la situación de la falta de electricidad, eran los prejuicios que uno escucha en el día a día, e ir allí y encontrarte segura y en un barrio como otro cualquiera me cambió completamente la perspectiva. En el ámbito personal me ha llenado muchísimo y quiero seguir ayudando para mejorar la situación de estas personas. Lo más impactante fue esa capacidad que tienen los niños de seguir adelante, la madurez con la que explican su situación y los cambios que ellos mismos nos han explicado, y cómo han cambiado su mentalidad de estudiar y jugar disfrutando de su infancia, a entender su situación y pedir por favor la vuelta de la luz para que sus familias puedan seguir adelante. Hay un grave problema de escasez de servicios básicos. Nos contaron que estaban notando una escasez de agua. Hay que buscar una solución y hay que empezar porque todos se den cuenta de que estamos ante unos derechos básicos, sobre todo de infancia, que no se están cumpliendo”.

Una de las charlas con adolescentes y menores del sector 6

María Cuadrillero, graduada en Derecho

“En cuanto al contacto con la realidad del sector 6, creía que podíamos llegar a una solución y efectivamente creemos que hemos contribuido. Pero sí que es verdad que yo tenía un poco de prejuicio y de miedo de lo que me iba a impactar la situación con la que me iba a encontrar. El resultado ha sido increíble, satisfactorio, he vivido una experiencia que jamás había vivido y muy agradecida de la oportunidad de haber conocido la vida de otras personas y contribuir a un problema que actualmente es muy grave. Una de las cosas más duras que viví, fue darme cuenta de la situación que están pasando los más jóvenes allí. Conocí a un niño que me decía que le gustaba mucho estudiar, pero que ahora mismo no podía por la falta de luz. Para nosotros, algo como estudiar es algo tan factible y tenemos la oportunidad de dejarlo cuando queramos, no lo valoramos. Otras personas directamente no tienen la oportunidad de algo tan básico como estudiar y entender. Eso me hizo vivir una experiencia que me impactó mucho”.

Raquel Setién, graduada en Derecho

“Mi perspectiva acerca de conocer esta realidad es de agradecimiento total. La información que yo tenía era la que se consigue a través de los medios de información, pero nunca me metí a profundizar sobre el tema. Esta información estaba segmentada y era estigmatizante acerca de los habitantes de la Cañada. Para mí este trabajo me ha hecho verla con unos ojos más reales y verdaderos, es decir, a través de los ojos de las personas que residen allí. Me ha ayudado a acercarme a esta realidad, completamente distinta a la que vivo yo, y a una situación que es completamente distinta a la que están viviendo y declarando los medios y administraciones de turno. Uno de los problemas más importantes es el caso omiso que hacen los poderes políticos y las instituciones, ya que están dejando completamente de lado a las personas de la Cañada. Esta dejadez es denunciada por los vecinos. Desoyen sus peticiones, muy pocos se reúnen con ellos a hablar y debatir los problemas que tienen, y eso es de las cosas más duras que he visto. Siempre he sentido que las instituciones me iban a amparar si tenía algún problema, que al final los poderes del Estado siempre iban a mirar por los ciudadanos y aquí queda patente que, para nada, que los poderes del Estado hacen oídos sordos o dan la espalda a los ciudadanos que están sufriendo. Otro problema es que priman determinados intereses por encima del bienestar de los habitantes, que no debería pasar en ningún país, y menos en España que tenemos un Estado de Derecho vigente. Ningún interés puede primar por encima de los derechos fundamentales de las personas y eso es lo que creo que está pasando actualmente en la Cañada Real y eso tiene que cesar”.

Ignacio Campoy, profesor del máster de Derechos Fundamentales de la UC3M y tutor del informe de la Cañada Real

“Las alumnas han hecho una investigación tremenda de estudio y análisis profundo de legislación española, jurisprudencia y competencias de los distintos organismos para poder encontrar una solución a este problema real que ha quedado reflejado en el informe y que se puede encontrar en la página web de los Derechos Humanos. Respecto a la Cañada Real, nos encontramos con un caso grave de violaciones de los derechos humanos y de los Derechos del niño, consentidas por nuestras instituciones políticas, sobre todo, por la Comunidad de Madrid y por sus competencias, pero también a nivel estatal. Están ignorando sus obligaciones jurídicas, como se lo han recordado todos los organismos de derechos humanos, desde el Defensor del Pueblo en España, hasta organismos de Naciones Unidas como el Comité de los Derechos del niño, que han pedido que se enfoquen en solucionar este problema de una vez por todas”.

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