EDITORIAL.
Es mucho todo lo que mes a mes venimos construyendo en Vallecas.
Es mucho todo lo que nos hemos aportado, no solo entre nosotros, los vecinos.
Es mucho lo aprendido y lo vivido.
Pero… pero… ¿“será suficiente”?
Hoy más que nunca tenemos un tremendo reto frente a nosotros. Las posibilidades tecnológicas nos permiten, en tiempo real, conocer lo que está pasando prácticamente en cualquier parte del mundo. Esto nos hace imposible “escapar” a la difícil encrucijada que vive el ser humano en todo el planeta.
Muy probablemente, muchos de los vecinos de Vallecas sintamos, además de la responsabilidad por construir barrio, la responsabilidad por hacer posible ese “otro mundo que ya está aquí” (en el corazón de millones y millones de personas en todo el planeta).
Desde ahí es que surge esa casi angustiante pregunta existencial: ¿será suficiente lo que estoy/estamos haciendo?… Y probablemente la respuesta, o “no respuesta”, tenga un sabor agridulce.
Si valoro cada actividad de mi existencia. Si para mí no es lo mismo cuando levanto hoy a mis hijos para ir al cole que cuando lo hago mañana a la misma hora…
Si decido vivir “minuto a minuto”…
Si ante cada actividad me pregunto cada día: “¿qué pienso sobre ella?”, “¿qué siento?”, y sobre todo, “¿qué voy a hacer?”, ya que entiendo que las respuestas que me haya dado hace diez años o el año pasado se quedaron demasiado lejos…
Si pongo mi vida en esa “tesitura”…
Fácilmente podré sentir que “acompaño” el nuevo aire que ya recorre las calles de este planeta, de este país, de estos barrios vallecanos.
La actual velocidad en todos los campos es tan vertiginosa, que es imprescindible hacer un tremendo esfuerzo para no sentir que “lo esencial” de tu vida se te escapa “entre los dedos de las manos”.
De nuevo llegamos al final de un año, el 2016. Buen momento para evaluar y sobre todo sintetizar (una buena síntesis conlleva claridad en el nuevo paso a dar) todo lo aprendido, todo lo hecho con uno mismo y con los buenos amigos.
Ojalá que este fin de año, nos demos la oportunidad de abrazar/abrazarnos con esperanza puesta en el futuro y con claridad en la respuesta a “¿qué?”, “¿cuándo?” y “¿cómo?” voy a hacer en el 2017.
No hace mucho escuché a un viejo amigo decir: “Este momento histórico necesita que el ser humano se encamine con suma resolución hacia El Encuentro, La Profundización, La Precisión y El Consenso”.
El mes pasado titulamos el editorial “Y tú, ¿te subes al tren?”.
Este mes nos queremos preguntar: “¿ya sabemos para qué estación habremos de sacar el billete?”.
