REDACCIÓN.
La Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado, en su sesión del 29 de mayo, ha acordado por mayoría absoluta elevar al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte una propuesta encaminada a garantizar la gratuidad total de la enseñanza básica, haciendo énfasis en que los libros de texto y otros materiales deben estar incluidos en dicha gratuidad para que esto no suponga la marginación de muchas familias que no los pueden costear.
En su petición, el Consejo Escolar recuerda que la Constitución Española “establece la educación obligatoria y gratuita como un derecho fundamental de los ciudadanos, significativo para el desarrollo de la sociedad”. En su criterio, dicha gratuidad debe alcanzar “no solo a la impartición de la enseñanza, sino también a aquellos materiales que se utilicen de forma habitual en la misma”, como pueden ser los libros de texto y el material curricular. En este sentido, el Consejo señala además que “muchos libros de texto que se utilizan en la actualidad pueden seguir siendo útiles y es una obligación social mantenerlos vigentes el máximo tiempo posible, máxime en el contexto socioeconómico actual”, caracterizado por las grandes dificultades de las familias para asumir los costes impuestos por la adquisición de los mismos, y agravadas por la reciente reducción y eliminación de ayudas específicas para esta cuestión.
Por todo ello, el Consejo Escolar del Estado insta al Ministerio a que impulse un acuerdo en todos los foros donde sea oportuno, así como a que ejerza sus competencias en lo que sea necesario, para “garantizar la gratuidad total de la enseñanza básica, de manera que las familias no tengan que aportar cantidad alguna por libros de texto u otros materiales de carácter didáctico o curricular necesarios para que sus hijos e hijas reciban dicha enseñanza”. En tanto no se cumpla íntegramente esto, el Consejo reclama la existencia de un sistema de ayudas que contribuya a asegurar la adquisición de dichos libros y materiales para todo el alumnado que los necesite.
Asimismo, el Consejo solicita que se mantengan durante “un mínimo de cinco cursos escolares los libros de texto, salvo que existan razones pedagógicas fundadas, valoradas por los centros educativos, que lo desaconsejen por el bien del alumnado y, previamente al momento del cambio, dichas razones se pongan en conocimiento de sus familias por parte de los centros educativos”, así como favorecer y facilitar “la creación y gestión de los bancos de libros en los centros educativos para conseguir que todo el alumnado pueda disponer de los mismos bajo la fórmula de préstamo, o intercambio, y reutilización” y “fomentar y reconocer la elaboración de materiales curriculares y didácticos por parte del profesorado como línea de actuación en la investigación y la innovación pedagógica”, entre otras medidas relacionadas con estos objetivos.
