Escribe: Juan Carlos Saire Arenas.
En 1979 se inició la remodelación del Poblado Mínimo de Vallecas situado en el corazón de Palomeras Bajas. Por aquel entonces las pequeñas viviendas, muchas de ellas degradadas y con falta de equipamientos, fueron sustituidas por los grandes bloques que hoy conocemos. Gracias a la petición de los vecinos y a la ingeniosa idea de los arquitectos, se logró implementar un Museo al Aire Libre único en un poblado popular y que, junto al que hay en el Paseo de la Castellana, son los dos que hoy en día tiene Madrid.
En la actualidad las nueve obras de artistas renombrados como Arcadio Blasco o Juan Bordes, que forman ese singular museo, no reciben la conservación adecuada por parte del Ayuntamiento, según señala Almudena Jiménez, vicepresidenta de la Asociación de Vecinos Palomeras Bajas, quienes han tomado la lucha por reivindicar su museo y recuperarlo plenamente para el barrio. «Las obras no se conservan como se debe. En 2007 tras presentar una reclamación vino gente de Patrimonio Artístico y las limpiaron, pero luego no han vuelto a venir. Nosotros, los vecinos, no tenemos dinero ni nada para cuidar las esculturas», señala.
Para ello la asociación está realizando una serie de actividades, como reunirse con diversas áreas del Ayuntamiento, «quienes desconocían este museo», afirma Jiménez, pero también con las asociaciones, centros culturales y colegios de la zona, para que juntos logren dar más difusión a las obras de arte que tienen en el barrio. «Queremos que se cataloguen todas las obras para que así puedan ser incluidas en los circuitos turísticos de Madrid, tal como sucede con el museo que hay en el Paseo de la Castellana. También queremos que los vecinos lo conozcan bien para que aprecien todo el esplendor de las esculturas y nos ayuden a conservarlas».
Para darla a conocer a los vecinos, la asociación realizó un recorrido -con posterior exposición de como se puso en marcha el museo-, visitando las nueve obras de arte junto a los arquitectos que diseñaron el actual conjunto habitacional del Poblado Mínimo. Uno de los arquitectos, Mariano Calle, señaló que la idea al crear el museo era que «el barrio tuviera todos los elementos para que la vida ciudadana sea completa y por eso se pensó que el tema cultural podría ser importante». Añadió que no sólo se buscó darle viviendas, escuelas y cosas inmediatas a la zona, sino «algo más».
Esa diferenciación, explica José Manuel Pazos, otro de los arquitectos que participó en la elaboración de las viviendas, «es que buscábamos diseñar un conjunto con una aportación paisajístico cultural. Hace 30 años no había un barrio así, había solo uno, el de Paseo de la Castellana, y nosotros queríamos meter este barrio en el circuito de la ciudad».
Las actividades que a partir de ahora realizará la Asociación de Vecinos Palomeras Bajas, será divulgativa y estará apoyada en las diversas entidades del barrio, que ya han manifestado su intención de realizar rutas con los alumnos o hacer diversas actividades culturales que tengan que ver con el museo. Otra de sus metas es también conseguir el pleno mantenimiento de las obras y la recuperación de una escultura robada, la de un perrito que formaba parte de La Fuga, obra de Juan Bordes.
«Esperamos que el Ayuntamiento ponga atención al barrio y al museo tal como lo ha hecho con el otro que tiene Madrid. Creo que a nosotros por ser un barrio de la periferia y que no tiene interés turístico, nos ha dejado de lado», sentencia Almudena.
Un poco de historia
Al acto inaugural de la primera fase de la construcción de viviendas asistió el alcalde de Madrid de entonces, Enrique Tierno Galván, quien dijo: «Hay que embellecer la ciudad no solo con arquitectura, sino también con esculturas, hay que hacer no solo viviendas dignas sino también ciudades dignas». La antigua zona del Poblado Mínimo tenía antes de 1979, 3.200 familias, las que junto a la Asociación de Vecinos de Palomeras Bajas luchaban por viviendas dignas. Actualmente el Ayuntamiento de Madrid ha propuesto un recorrido por las obras a través de su página web Monumenta Madrid y ha prometido, señaló el arquitecto Mariano Calle, realizar un trabajo monográfico sobre el barrio.
Recorrido sugerido
La ruta para ver este Museo al Aire Libre se puede empezar a la altura del número 2 de la calle de Felipe de Diego dónde está el mural Encuentro en la playa, luego seguir por la misma calle hasta pasar el C.C. Paco Rabal. En el parque que hay a continuación están Maternidad y Figura masculina. Luego en el parque que hay en el bloque conocido como «El Mazinger» en Travesía de Felipe de Diego están La fuga, Figura femenina, Homenaje a Goya, Monumento a un personaje importante y el Mural-Paisaje. Al otro lado del edificio dónde está mural se encuentra Alegoría del Orden Cósmico. juancarlos @ vallecas.com
1. Alegoría del Orden Cósmico, de Ceferino Moreno (obra no catalogada).
2. La Fuga, de Juan Bordes.
3. Figura Femenina, de Jesús Valverde.
4. Mural – Paisaje, de Arcadio Blasco.
5. Monumento a un Personaje Importante, de Arcadio Blasco.
6. Homenaje a Goya, de Javier Aleixandre.
7 y 8. Maternidad, de Joaquín Rubio Camin y Figura masculina, de Javier Aleixandre.
9. Encuentro en la playa, de José Luis Pascual (obra no catalogada)