Escribe: Juan Carlos Saire Arenas.
En lo que va del año (de enero a noviembre), la comisaría del Puente de Vallecas ha registrado 609 denuncias por violencia de género y 47 por temas contra la libertad sexual. Estas cifras tan altas llevaron a que en mayo, el distrito ocupe tristemente el primer lugar entre los barrios madrileños en dónde más malos tratos se cometen y que, en la actualidad, sea uno de los cuatro primeros que sufre esta lacra.
Según cifras de la Unidad de Prevención, Asistencia y Protección de la mujer maltratada (UPAP), de la comisaría del Puente de Vallecas, de enero a noviembre se han detenido a 424 personas que han sido denunciadas por malos tratos. De igual modo, las órdenes de protección que este año se encuentran en vigor ascienden a 809 casos, que esta unidad se encarga de vigilar. Sin embargo estas cifras serían mayores ya que desde hace unos años la Policía Municipal también se encarga de velar en este ámbito, por lo que sus estadísticas elevarían a casi 1.200 los casos de protección en el distrito. En Villa de Vallecas las órdenes de protección alcanzaban hasta el 1 de noviembre, 240 casos.
Estas cifras alarmantes fueron brindadas por un funcionario de la UPAP en la mesa de expertos que realizó la Asociación de Mujeres Nosotras Mismas (de Vallecas), por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer que se celebró el 25 de noviembre. La asociación también desarrolló junto al centro de salud Vicente Soldevilla, una semana informativa llamada ´Extiende el buen trato´. Allí dos profesionales del centro informaban a los usuarios sobre cómo prevenir, identificar y combatir esta lacra social.
«Estamos trabajando para eliminar esa enfermedad que son los malos tratos. Los profesionales del centro de salud intentamos detectar el problema y abordarlo. Todos los días detectamos en este centro al menos un caso de maltrato y eso que la mayoría de mujeres maltratadas solo se siente así cuando hay agresión física y no sicológica», dijo en conversación con este periódico María José García, trabajadora del Vicente Soldevilla.
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