Escribe: Roberto Blanco Tomás.
El 19 de abril arranca, con una conferencia inaugural a cargo de Juan Cruz, la decimotercera edición de Vallecas Calle del Libro. Será el inicio de un interesante y colorido programa repleto de actos que, hasta el 30 de abril, contribuirán a difundir entre la ciudadanía la afición a la lectura. De ello hablamos con José Molina, miembro de la Fundación Vallecas Todo Cultura, entidad impulsora de esta noble iniciativa que, pese al recorte de la ayuda pública, goza de estupenda salud.
Lleváis ya 13 ediciones… ¿De dónde surgió la idea de partida de este proyecto?
Surgió de Vallecas Todo Cultura… Fue a propósito de que quisimos colocar una escultura y hacer un homenaje a Miguel Hernández cuando se hizo el Metro que lleva su nombre. Se nos ocurrió hacer allí un homenaje popular, un recital en la calle… Resultó un acto multitudinario, y tomamos la idea de darle continuidad, dedicándolo a los poetas de nuestras calles y extendiéndolo a todo lo que hace referencia al libro y a la lectura.
A partir del segundo año se estabilizó la cosa, con Pablo Neruda en concreto. Seguimos después con Rafael Alberti, León Felipe, Gerardo Diego, etc. Y hasta ahora… Son 13 años. Siempre hay un tema central, un poeta al que se homenajea, y después algún referente de la literatura universal. La verdad es que hasta el momento funciona muy bien, y esperemos que siga así…
Este año hay una diferencia con anteriores ediciones: el recorte total de subvenciones. ¿Cómo os ha afectado esto? ¿Habéis notado el cambio?
En ingresos, evidentemente… La crisis también ha afectado a las subvenciones, y a las subvenciones a Vallecas Calle del Libro. Lo que pasa es que la falta de subvenciones se ha suplido con una dedicación, una voluntad, una entrega y una generosidad por parte de los colegios, institutos, asociaciones, bibliotecas… Todo el mundo que ha puesto dinero, esfuerzo, tiempo, mucha imaginación, mucha iniciativa, para sacar adelante esta edición.
En tu opinión, ¿cuál es el valor añadido más importante que ofrece al barrio esta iniciativa?
La idea es que la gente se acerque a los libros, que no les tenga ningún miedo. Que ame los libros y conozca a los autores… Que no los sacralice, pues son personajes cercanos que tienen mensajes que transmitir y es muy bueno que se pongan en contacto con sus lectores. En definitiva, difundir que la lectura produce ideas e iniciativas… Que da más libertad, en resumen. Aquello de “leer más para ser más libres” es algo que tenemos como principio. Y desde el primer momento Vallecas Calle del Libro ha sido eso: un instrumento para acercar el libro a los lectores y para que la gente se aficione a la lectura.
¿Hay algún destinatario tipo de esta iniciativa o es para todos los públicos?
Mira, es curioso: escuelas infantiles, colegios, institutos, escuelas de adultos, todas las bibliotecas de Vallecas –las públicas y las privadas–, centros culturales, asociaciones de vecinos, asociaciones culturales, alguna parroquia… Prácticamente todas las entidades del barrio, de una manera o de otra, están colaborando. Este año hemos intentado que hasta la peña de Los Bukaneros del Rayo Vallecano colaborara. De hecho, en el siguiente número del periódico que estamos editando hay una entrevista con ellos. En general, prácticamente todo el mundo se ha vinculado y participa de Vallecas Calle del Libro.
¿Tenéis noticias de alguna otra iniciativa similar a la vuestra?
En España, no. Ha habido alguna iniciativa en torno a la poesía, pero en este país sabemos que no hay nada similar a Vallecas Calle del Libro; esto tiene un carácter muy singular… Y en Europa, que sepamos, tampoco… El Hay Festival tiene otro carácter, mucho más elitista, dirigido a otro público, y desde luego no tiene la participación que tiene Vallecas Calle del Libro.
Para terminar, ¿hay algo en especial que quieras decir al público de Vallecas Calle del Libro?
Bueno, pues que vamos a traer a autores importantes: Juan Cruz, Ignacio Escolar, Almudena Grandes… A seis o siete autores más que van a presentar sus libros. Después, en los colegios, institutos, asociaciones y centros culturales también va a haber una representación muy grande de creatividad hecha por la propia gente: exposiciones, murales, recitales… Hay, por ejemplo, un recital de Gloria Fuertes en siete idiomas. Quizá sea el referente más claro y más cercano de lo que queremos hacer…