Por Juan Rodríguez
Un remate al larguero del ‘Tigre’ Falcao en el minuto 95, con los franjirrojos asediando el área del Alavés, mandó al limbo las esperanzas de detener la caída en la clasificación del Rayo Vallecano.
Nada pudo hacer el conjunto madrileño para igualar el tanto de los vitorianos. Un gol de Gorosabel al final de la primera parte certificó una nueva derrota de este Rayo que, pasado el espejismo inicial de la llegada de Íñigo Pérez (empate en casa ante el Madrid y derrota muy competida en Girona), confirma una dinámica tan negativa que es mejor no pensar en cual sería la conclusión lógica de la misma. Mejor pensemos en que, qué sé yo, a lo mejor al equipo le da por empezar a meter goles. Pensamiento positivo (o pensamiento mágico, llegados a este punto).
El partido, en realidad, no tuvo mucha historia. O, bueno, tuvo la misma historia que los últimos 10 o 15 encuentros del Rayo: un quiero y no puedo ante el que los aficionados rayistas no saben si ver el partido con una bandera del equipo… o con una venda para no contemplar lo inevitable; los puntos que se escapan a última hora, la victoria que no se puede cerrar, los goles que se van al limbo; una nueva caída en la tabla, en definitiva.
La primera parte estaba siendo un empate a los puntos, con un Rayo más mandón que otras veces (demostrando que Íñigo Pérez entiende la posesión como el camino más directo hacia la victoria), pero con el puñal tan limado como siempre. En los minutos finales, una pérdida de Isi cerca del área del Alavés provocó un contragolpe del equipo vitoriano ejecutado a la perfección: pase de Antonio Blanco al hueco (al terraplén, a la explanada, a los grandes terrenos para hacer un centro comercial y un parking que dejaron los defensores rayistas a sus espaldas), internada de Gorosabel, y remate de este superando por arriba a Dimitrievski con la ya clásica ‘Cuchara Rauliana’ (dícese de la vaselina embolsada con el pie, como si estuvieras levantando un paraguas caído al suelo).
En la segunda parte, tras un gol anulado al Alavés por fuera de juego, el Rayo se volcó en ataque. Lo intentó todo y con todos (el equipo acabó con Falcao, Camello y Bebé arriba)… y a punto estuvo de obtener el premio. En la última jugada del partido, Lejeune soltó uno de sus latigazos marca de la casa, esta vez un pase a la frontal del área, que Isi remató a las manos de Sivera. El rechace le cayó a Falcao, que le pegó con toda el alma y la estrelló en el larguero, donde últimamente acaban todas las esperanzas del Rayo.
Con Mallorca y Sevilla ambos en 27 puntos y parece que, ya aplicados definitivamente a la labor de salvarse, parece que el descenso está entre cinco equipos: Almería, Granada, Celta, Cádiz y Rayo Vallecano. Martín Presa intentó un giro de timón al cambiar a Francisco por Íñigo Pérez, pero la inercia del equipo no varía: apenas hace goles, no cierra ningún partido, y cada semana cae un poquito más en la clasificación. Quedan 10 partidos para mantenerse o descender y una cosa parece clara: sin goles, te vas abajo.
El próximo partido del Rayo es el domingo 17 de marzo a las 18:30 contra el Betis en casa.
El ranking:
El héroe del partido: Carlos Vicente. El 22 del Alavés apenas ha participado esta temporada, pero dio un recital de carreras por la banda, desmarques y jugadas de uno contra uno estupendamente resueltas. Seguro que Luis García quedó contento con su partido.
El villano: Camello. Es verdad que tuvo muy pocos minutos, pero no saltó al campo con la tensión necesaria, perdiendo muchos balones y duelos directos con los defensores del Alavés. Absolutamente inoperante en ataque (aunque esto, ya sabemos, es algo que comparten varios delanteros del equipo…).
El datito: Primer gol de Gorosabel en Primera División… no se lo podía hacer a otro equipo, no, tenía que ser al Rayo. El defensa babazorro, además, fue nombrado mejor jugador del partido.
Declaraciones
Íñigo Pérez: «El final es igual de doloroso que el de la semana pasada. El empate hubiese sido lo justo. A seguir. Debemos corregir errores y pensar en el siguiente partido. Hay que elevar el entusiasmo y la ilusión, porque no podemos permitirnos lo que no cambie la situación»
Aridane: «Tenemos que ser autocríticos. Hoy un fallo en vigilancia defensiva nos ha matado. Tenemos que corregir los errores. Llevamos una dinámica negativa, pero dependemos de nosotros mismos. El domingo hay que ganar sí o sí».
