De nuevo, frente a un nuevo curso, escolar, político, social… De nuevo, cada uno de nosotros como individuo y como vecino frente a nuestro barrio y a nuestra sociedad.
Este curso se presenta crucial en clave de procesos electorales. Y nosotros, vecinos preocupados por nuestros barrios, vamos mucho más allá de ellos. Nuestra tarea del día a día es la construcción social y barrial.
En el encuentro ‘Sobremesa’, que se ha desarrollado del 22 al 28 de agosto, también ha estado presente Vallecas. De él damos buena cuenta en las páginas 6 y 7. Un encuentro que, sobre todo, ha sido de una gran sensibilidad humana y de una apuesta sincera y radical por la inclusividad y por la autogestión. Para muchos de los que participamos en él, nos evidenció la resolución por construir el futuro inmediato de una buena parte de nuestros jóvenes de diferentes regiones.
Es vital la cercanía, lo próximo, las relaciones estrechas con nuestra gente, nuestros vecinos y amigos, con nuestras empresas y comercios. Esa relación que nos mueve a dar cuando nos necesitan y que cuando lo necesitamos, pedimos sin reparo, vergüenza o rubor, y recibimos. Ese es el tipo de relación que hemos de cultivar. Únicamente esta forma de relacionarse es lo que nos va a salvar. Necesitamos ya dibujar entre todos el barrio que queremos, el barrio que necesitamos. Hemos de ser imaginativos, ambiciosos, valientes, entregados y retarnos a nosotros mismos y a nuestra gente. Ha de salir del corazón, de lo profundo de cada uno, y ser un fuerte sentimiento de amor el que nos motive hacia la construcción de nuestros barrios.
Y desde ahí, perfilar esas grandes líneas trazadoras del barrio que queremos. Desde hoy, desde ya y con la mirada puesta en estos dos cruciales próximos años, de aquí a septiembre del 2024, hemos de ponernos en marcha. Puede que la dirección del ser humano en todo el planeta se esté jugando en estos dos próximos años. Si así fuese, ¿acaso no se nos removería el corazón y la conciencia para darlo todo? Si cientos o miles en cada barrio, en cada pueblo y localidad, nos abocamos a ello, además de estar haciendo nuestra parte, muy probablemente consigamos que este mundo se enderece. Así pues, … manos a la obra. En septiembre, a por el barrio que queremos.