Por Jesús Arguedas/ Isa Mendi
Los vecinos de Puente de Vallecas salieron a la calle en noviembre y vuelven a hacerlo el 9 de diciembre para denunciar la precariedad de su Atención Primaria y exigir a la Comunidad de Madrid una mayor inversión que acabe con la situación actual, con la falta de médicos y los planes de reducciones horarias de cita como principales problemas.
Las protestas volvieron a tener como escenario las puertas de los centros de salud, en esta ocasión el Ángela Uriarte, el Vicente Soldevilla y el Campo de la Paloma, y seguirán repitiéndose los segundos jueves de mes en el Ángela Uriarte. Como bagaje de estas movilizaciones, la reunión mantenida entre la dirección médica del Soldevilla y representantes de las asociaciones vecinales con el compromiso de un aumento efectivo del número de doctores en el turno de tarde y un nuevo encuentro que se producirá el lunes 13 de diciembre a las 13 horas para continuar analizando la evolución de la situación sanitaria en este ambulatorio.
El primero de los actos reivindicativos tuvo lugar el jueves 11 de noviembre frente al Centro de Salud Ángela Uriarte. “No podemos dejar que la Atención Primaria muera, es la base de nuestro modelo sanitario y se la están cargando. Los nuevos médicos no están dispuestos a aceptar las condiciones de trabajo cuando en otras comunidades pagan más y les hacen contratos estables. Hay una clarísima intención de cargarse la Atención Primaria”, comentó la integrante de Vallekas por lo Público, María José García Berral. En la misma línea se manifestó el médico de familia, Javier Padilla. “La Atención Primaria sirve principalmente para que la sanidad llegue realmente a la gente que lo necesita. Sin embargo, la señora Díaz Ayuso durante la pandemia no ha querido ni que la Sanidad Pública ni que la Atención Primaria capitalizaran los éxitos de nuestra sanidad”, aseguró.
Las protestas continuaron el martes 16 de noviembre. Por la mañana, representantes vecinales consiguieron la convocatoria de una reunión de la dirección médica del Vicente Soldevilla, que se produjo al día siguiente. Ya por la tarde, la Asociación Vecinal Los Pinos de San Agustín llevó las reivindicaciones a las puertas del ambulatorio de su barrio, el Campo de la Paloma para exigir una atención sanitaria de calidad con atención telefónica, y atención médica y de enfermería presencial. “Lucharemos por una sanidad digna para todos los vecinos y vecinas. Nosotros no vamos contra los trabajadores, vamos contra un sistema que se quieren cargar y apretamos o se lo cargan. Y cuando uno se cae, levantarse cuesta mucho. No tenemos que dejarlo. A la señora Ayuso, que no hace más que tropelías, le corresponde arreglar la Sanidad Pública. Que la arregle. Que no se vaya a otra cosa, que no ponga hospitales que están vacíos”, denunció su presidente, Mariano Monjas.
Por último, el miércoles 17 de noviembre se celebró el demandado encuentro entre la dirección médica y una representación vecinal en el Soldevilla. En el transcurso del mismo, les comunicaron a los residentes que aumentará el espacio para la Atención Primaria y que la falta de médicos se debe a que no hay profesionales, y menos que quieran trabajar por la tarde, al tiempo que les explicaron los últimos pasos para aumentar la plantilla de doctores en horario vespertino.
“Lo que no pueden hacer de ninguna manera es mandar una carta a los ciudadanos diciéndoles que les han cambiado de médico y de turno sin avisar. Les hemos propuesto que seguramente a algunos jubilados que tengan médico por la tarde, les viniera bien pasar por la mañana. Con un plan bien hecho e informando, podríamos reforzar la mañana. Es la única propuesta que han recogido, pero que no nos han prometido nada”, comentó María José García Berral, a la salida de la reunión.
Ni atención presencial ni telefónica
La representante vecinal explicó también que no solo es un problema de médicos, sino también de accesibilidad tanto telefónica como presencial y que no hay administrativos ni líneas telefónicas suficientes. “No hemos sacado un compromiso, pero sí nos han dicho que iban a revisar las líneas de teléfono y que en este centro concreto hay un refuerzo administrativo, aunque los pacientes no lo notamos”, señaló.
“Les hemos advertido de que han borrado de la base de datos a todas las personas inmigrantes que llevan más de tres meses y que no tenían la residencia, y hemos planteado las necesidades sanitarias de los nuevos vecinos del ecobarrio. Dicen que están planificando y que están viendo las posibles soluciones”, concluyó García Berral.