Por Isa Mendi
Centenares de mujeres de Puente de Vallecas salieron a la calle en la gélida tarde-noche del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, para reclamar que el espacio público también es suyo, en una marcha nocturna organizada por la Comisión 8 M Vallekas. A gritos de ‘que viva la lucha de las mujeres’, ‘ni una menos, vivas nos queremos’ y ‘basta ya de violencia patriarcal’ partieron de la Junta Municipal detrás de la pancarta ‘Vallekas feminista, la calle y la noche también son nuestras, ni un paso atrás’. La protesta recorrió las calles de Sierra del Cadí, Arroyo del Olivar, Payaso Fofó y Candilejas hasta llegar a la Asamblea de Madrid donde una portavoz leyó, micrófono en mano, el manifiesto de este acto reivindicativo.
“Un año más estamos aquí para tomar las calles. Acudimos otro 25-N más para demostrar que también nos pertenecen, que son nuestras. El año pasado hablamos de cómo la situación sanitaria ocasionada por la Covid había recrudecido aún más la violencia contra las mujeres, obligando a muchas de nosotros a tener que confinarse con sus maltratadores. Durante 2021 esa intensificación de la violencia machista se ha vuelto aún más tangible. Las cifras hablan por si solas. Los delitos sexuales y violaciones a mujeres se encuentran en el primer puesto en las estadísticas criminales a nivel estatal, disparándose las denuncias por violación a 1.600 en este tercer trimestre. Lamentablemente, nosotras sabemos que lo peor de esta cifra no es su magnitud, sino que estos no son todos los casos, tan solo son los que han sido denunciados”, lamentó la representante de la Comisión 8 M Vallekas.
Esta activista incidió en que en los últimos años “venimos asistiendo al incremento en el ensañamiento de las agresiones”. “La cifra de asesinatos de mujeres a manos de sus parejas o exparejas ha ascendido a 37 en lo que vamos de año y más concretamente en nuestro distrito, los casos de agresiones a las mujeres han aumentado un 19% con respecto al año anterior. Los abusos, las violaciones, las agresiones físicas o los asesinatos comentados tan solo constituyen la punta del iceberg de una serie de formas de violencias interminables ejercidas contra nosotras cada día en todas las esferas de nuestra vida”, argumentó.
“Por ello hoy levantamos la voz y reformulamos las palabras para gritar: cuando su violencia es ley, la autodefensa es orden, ni una menos, vivas nos queremos”, apostilló.