Por Isa Mendi
El brutal ataque terrorista de origen yihadista perpetrado en la red de Cercanías de la capital en la triste mañana de 11 de marzo de 2004 segó la vida de 192 personas, muchas de ellas trabajadores y estudiantes, y dejó un reguero de más de 2.000 heridos. Los barrios del Pozo del Tío Raimundo (Puente de Vallecas) y de Santa Eugenia (Villa) lloraron y siguen llorando amargante la pérdida de varios de sus vecinos, que viajaban en el interior de los vagones de los trenes donde estallaron los explosivos. 20 años después, este hecho sigue indeleble en la memoria de todos aquellos que vivieron este episodio clave de la historia de nuestro país. A nadie se lo olvida qué estaba haciendo en ese momento ni tampoco la solidaridad y la entrega de la ciudadanía y de los cuerpos de seguridad y equipos sanitarios en la atención de las víctimas.
Los diferentes escenarios de la tragedia albergarán, un año más, el lunes 11 de marzo actos “in-memorian” con música y ofrendas florales, con la participación de la Asociación 11-M Afectados del Terrorismo. El primero de ellos, tendrá lugar a las 10 de la mañana en la estación de Atocha-Cercanías y los demás serán a las 13:30 horas en Retiro Sur, junto a la calle de Téllez, 30; a las 18 h. en Santa Eugenia, frente a la estación y junto a la escultura ‘Ilusión Truncada’; y a las 19 h., en el Pozo, junto al monumento de la estación de tren.
“El 11-M es una cicatriz muy grande que algunos días eres capaz de sobrellevarla, pero que vuelve a doler. Vuelves a recordar imágenes. Para mi es la de un tren abierto en Santa Eugenia, que fue lo que vi yo cuando crucé los tornos y más que una imagen, un olor, el de la carne humana quemada. Yo era estudiante de psicología y me pidieron que me quedara. Es un olor que afortunadamente no te tenido que volver a revivir y que no tengo duda de que podría volver a recordar”, comenta a Vallecas VA, Ignacio Benito, concejal socialista y vecino de Santa Eugenia.
Nuevo libro y nueva serie
Coincidiendo con el 20 aniversario de los atentados, se presentó el libro ‘Voces del 11-M, víctimas de la mentira’, de Víctor Sampedro Blanco, cuyos ingresos generados por los derechos de autor de la obra serán destinados a la Asociación 11-M Afectado del Terrorismo. En sus páginas, se recogen los testimonios de Pilar Manjón, presidenta de este colectivo desde 2014 hasta 2016, y del actual responsable de la asociación, Eulogio Paz.
Esta obra rescata el relato en primera persona de quienes pagaron un alto precio, víctimas, periodistas y policías, por defender la verdad frente a las teorías de la conspiración que daban la autoría de la masacre a la extinta banda terrorista ETA.
Además, los cineastas Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo estrenaron el 6 de marzo en una plataforma digital la serie ‘Nos vemos en otra vida’, basada en el libro ‘Nos vemos en esta vida o en la otra’ de Manuel Jabois, y en la que se muestra el inicio de los atentados del 11-M. Ambos directores aseguran que es una historia “necesaria porque hay mucho olvido en torno al tema” y añaden que hay una generación que no conoce lo que pasó el 11-M.
“Es un tema muy desconocido. Hay una generación que va a conocer el tema a través de la serie y, en concreto, la trama asturiana es algo de lo que no se ha hablado mucho”, argumenta Jorge Sánchez-Cabezudo. “Una vez que se han contado lo que ha pasado, tiene que haber una naturalidad a la hora de hablar sobre ello. Se puede discutir o mostrar disconformidad, pero las cosas hay que contarlas y que se hablen de ellas”, añade.