Por Guillermo Belinchón @GuillermoBelin1
Los vecinos de Puente de Vallecas se reunieron el pasado jueves día 11 a las 19 horas en el monumento del 11M, situado cerca de la Estación del Pozo, en un acto conmemorativo en honor a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004. El mismo fue organizado por la Asociación 11M Afectados del Terrorismo y por la Asociación de Vecinos Pozo del Tío Raimundo, que llevan haciéndolo desde hace 17 años, excepto el pasado que no pudieron a causa de la pandemia.
La ceremonia estuvo supervisada por un despliegue policial que controlaba los distintos puntos de entrada a la zona mencionada y que no permitía saltarse las restricciones sanitarias. Al lado del monumento de las víctimas del 11 de marzo, los organizadores diseñaron un espacio reservado con sillas para un máximo de 30 personas, colocadas frente a una tarima donde se llevarían a cabo los eventos programados para aquel día.
Entre los asistentes se encontraban víctimas de los atentados, amigos y familiares cercanos, integrantes de distintas asociaciones, políticos y periodistas. Fuera de ese espacio reservado entre vallas de metal, se encontraba un gran número de vallecanos y vallecanas que se acercaron para dar sus condolencias: “Soy un vecino de Vallecas. Hace 17 años yo era el presidente de la Asociación Vecinal de Madrid Sur y lo viví en directo. Creo que un hecho de esa índole no puede ser olvidado y fundamentalmente es mi compromiso personal todos los años”, menciona Félix, uno de los asistentes.
El acto se inauguró con una pieza musical de los solistas de la compañía Dolores Marcos que, a través de instrumentos de viento, atenuaron la tensión que se palpaba en el ambiente por el recuerdo del horror y la tragedia vivida.
Cuando la música cesó, el portavoz de la ceremonia dio paso a varios estudiantes de un instituto vallecano que, a través de un discurso, expresaron los sentimientos y emociones de una generación que no vivió los atentados, pero sí sus recuerdos.
Intervenciones
Minutos después Gabriel del Puerto, presidente de la Asociación Pozo del Tío Raimundo, se acercó al micrófono y ofreció un largo discurso muy crítico rechazando los actos terroristas, dando su apoyo a las víctimas y familiares, y cargando contra los políticos que hacen de las tragedias, su arma personal para conseguir beneficios.: “Jamás podremos levantas más la voz para estar en contra de todos los asesinatos”, expresó.
Los asistentes aplaudieron cuando Gabriel acabó su discurso, mientras las cámaras de diferentes medios televisivos enfocaban de nuevo a la persona que conducía y presentaba el evento. En este caso, se dispuso a leer el poema de Agustín Zamora en nombre de los integrantes de la asociación Pozo, y que entre sus párrafos se distinguió: ‘Cuando la paz sea un grito en el viento, y el viento lo convierta en Vendaval’.
Con la caída de la luz del sol, la conmemoración se acercaba a su fin. Eulogio Paz, presidente de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo, fue la persona indicada para cerrar el acto. Comenzó con un discurso de solidaridad y apoyo a todos los afectados por los atentados de 2004 y mencionó varios proyectos en los que estaba trabajando. Entre ellos, que la ley del 17 de octubre de 2018 de protección y memoria de las víctimas de terrorismo no deniegue ayudas por requisitos de empadronamiento, la intención de construir un monumento para la Guardia Civil o la construcción de una sede memorial en Madrid para las víctimas yihadistas.
Además de los proyectos, Eulogio Paz atacó fuertemente al periodista Pedro J. Ramírez, que, a su juicio, estuvo años propagando bulos sobre conspiraciones de los atentados del 2004; y al Partido Popular, al considerar que sus intereses políticos y el miedo que tuvo de perder el poder cuando sucedió la catástrofe, le llevaron a culpar a ETA de los atentados.
Con el discurso de Eulogio terminado y después del minuto de silencio en el que todos los asistentes participaron, llegó la ofrenda del público. Varios de los ciudadanos se acercaron al monumento a dejar su ofrenda, en la mayoría de los casos flores, que cerraron así un día triste y trágico en el recuerdo de todos los españoles.
Santa Eugenia
Una hora antes, el escenario fue la escultura La Ilusión Truncada, situada frente a la estación de tren de Santa Eugenia, en un acto organizado por la Asociación 11M Afectados del Terrorismo y de forma conjunta con la Asociación de Vecinos La Colmena de Santa Eugenia. Junto a familiares, víctimas y residentes, estuvieron diferentes representantes políticos en el Ayuntamiento de la capital.