La Comunidad levantó el 30 de noviembre las limitaciones, mientras sigue a la baja el número de ingresados en el Infanta Leonor
Por Isa Mendi
Puente y Villa de Vallecas han vuelto a dar un buen ejemplo de unión frente a la segregación y también de respeto a las medidas impuestas por la Comunidad de Madrid para doblegar la curva de incidencia del coronavirus en sus barrios. Esta circunstancia provocó que el Ejecutivo autonómico levantara las últimas restricciones de movilidad en las cuatro Zonas Básicas Sanitarias que aun las tenían vigentes (Entrevías, El Pozo del Tío Raimundo, Alcalá de Guadaira y Numancia) el pasado 30 de noviembre, dos meses después de su polémica entrada en vigor.
Los últimos datos del Informe Epidemiológico de Vigilancia de Covid19 arrojan que Puente de Vallecas tuvo una incidencia acumulada de 213,7 casos por cada 100.000 habitantes, del 16 al 29 de noviembre, y de 94,3, del 23 al 29 de noviembre. Por su parte, en Villa los datos fueron de 162,8 casos en los últimos 14 días y de 66,7 en la última semana.
Sólo 65 pacientes están ingresados por COVID en los centros vallecanos
Esta evolución positiva de bajada de casos tiene reflejo en la presión asistencial en los centros de referencia de Puente y Villa de Vallecas. Fuentes del Hospital Universitario Infanta Leonor y del Hospital Virgen de la Torre adelantan a Vallecas VA que, durante el mes de noviembre, se ha registrado una clara tendencia a la baja en el número de ingresados por COVID-19 y que actualmente ronda los 65 pacientes entre ambos complejos sanitarios.
“Esta situación ha permitido recuperar espacios asistenciales en la hospitalización para la atención de pacientes con patologías distintas a la COVID-19. Así, en estos momentos en el Hospital Universitario Infanta Leonor sólo hay una planta dedicada a pacientes con COVID-19 y en el Hospital Virgen de la Torre, dos”, añaden.
Por otro lado, explican que se ha dotado de aire medicinal al gimnasio de rehabilitación del Infanta Leonor para acondicionarlo, de forma transitoria, como Unidad de Cuidados Intermedios para la atención de pacientes semicríticos. “Esta medida, unida al descenso en el número de pacientes hospitalizados por COVID-19, ha permitido aumentar notablemente la actividad quirúrgica programada en las últimas semanas”, señalan.
En este punto, advierten de que, aunque la tendencia es positiva, “no hay que bajar la guardia”. “Es importante que todos los ciudadanos sigan manteniendo las medidas de prevención para evitar contagios: protegerse con mascarilla, mantener la distancia de seguridad frente a otras personas y realizar una frecuente higiene de manos”, concluyen.
La voz de los profesionales
Una enfermera que trabaja en el Infanta Leonor confirma a Vallecas VA que la presión asistencial “ha bajado bastante, aunque en la última semana de noviembre en Urgencias hemos notado un repunte de casos”. Los datos que maneja son algo diferentes, con una planta llena de pacientes COVID en el Infanta Leonor (40 camas) y otras dos en el Virgen de la Torre (otras 40) y la UCI llena con 7 enfermos y otros 4 en reanimación.
“La UCI son 7 puestos y la unidad de reanimación son 8. Tenemos una UCI cerrada desde el principio prácticamente montada. Es cierto que la presión asistencial ha bajado, pero en la UCI no”, señala esta profesional. “Los puestos UCI son necesarios no solo para COVID, hay infartos, sepsis, hemorragias digestivas, cetoacidosis diabéticas que los aguantan mucho sin UCI con el peligro que conlleva, porque no hay hueco. 7 puestos UCI para una población de 400.000 personas aproximadamente es tercermundista y si no, basta con mirar las ratios en otras comunidades o en Europa”, critica.