Por Ignacio Marín (@ij_marin)
Mi primera novela ya está a la venta y me siento muy orgulloso de que buena parte de la trama tenga lugar en Vallecas. ‘Edificio España’ ya se puede encontrar en librerías y en la página de la editorial, libreria-atrapasuenos.com. Una novela ambientada en los años 70, una época convulsa para nuestro país y también para Madrid, que tuvo que absorber como pudo la llegada de una gran cantidad de migrantes que vinieron buscando un futuro digno.
La historia gira alrededor de la terraza del Hotel Plaza, epicentro de la vida social, que está siendo testigo de unos crímenes que pueden hacer tambalear al régimen. Un joven policía, con la ayuda de un sindicalista, tratará de arrojar luz sobre los asesinatos y desapariciones de unas camareras que tienen en común su origen humilde. Crímenes cuyo rastro desemboca en el poblado del Cerro del Tío Pío, hoy uno de los miradores más famosos de la ciudad.
Por tanto, buena parte de la novela y la mayoría de los personajes son vallecanos. Me he acercado a la realidad del barrio de esa época con el cariño y el respeto que le debo a un lugar que me ha acogido y me hizo sentir uno más desde el primer día que llegué. Para ello, me he documentado y escuchado testimonios. He recorrido los lugares donde se ambienta la novela, tratándome de imaginar el día a día de nuestros vecinos. Cómo era la vida en las mismas calles que hoy pisamos. Cómo eran sus empleos, cómo eran sus hogares. Cómo forjaron esas redes de solidaridad, cómo se organizaron y lucharon para exigir dignidad para el barrio, para exigir un futuro mejor. El futuro de ellos, que es nuestro hoy. Lo hice no solo porque Vallecas era un escenario perfecto para esta novela, sino porque me apasiona la historia de nuestro barrio.
Y me apasiona especialmente la historia del Cerro del Tío Pío. Me gusta caminar por ese parque tan descaradamente artificial, entre esas colinas tan impostadas, tanto que en ciertos rincones ofrecen un aspecto alienígena, un encanto apocalíptico. Pero con todo, es nuestro parque más querido, es una de nuestras estampas más reconocibles. Es una parte ya de todos nosotros.
Me gusta especialmente recorrerlo imaginando las historias silenciadas eternamente bajo nuestros pies. En los hogares que allí se quedaron abandonados, convertidos en escombro, en forjado y mortero del parque que es hoy. Anhelos, ilusiones y sueños, pero también frustración, desesperanza y rabia, ante las muchas injusticias que tuvieron que sufrir. Son cientos de hogares enterrados, mudos para siempre. Toda una patria sepultada.
En el punto más alto, en el que ofrece una mejor vista de la ciudad, me gusta dejar escapar las horas, viendo cómo se prende el cielo, cómo se iluminan los edificios con las llamas de la ciudad. Imagino a los vecinos del Tío Pío mirando desde la distancia el centro de Madrid. Desafiando a una ciudad difícil, hostil, atroz para los que poco tienen, pero menos temen.
Esta novela quiere servir de homenaje a todas esas personas. Se ha escrito con esa intención. Que sea fiel a la realidad, que esté a la altura de la ilusión, la abnegación y el esfuerzo de nuestros vecinos y mayores, y que, además, sea entretenida y evocadora. Que lo haya logrado o no, me lo tendrán que decir ustedes. Espero que la disfruten.