Por María del Carmen Carrión, licenciada en Filosofía y Letras
En una primera aproximación, se aprecia la falta de profesorado en los centros para poder impartir una enseñanza de calidad, tanto en lo académico como en lo social. La diversidad cultural del alumnado, con una media de más 30% procedente de familias de origen extranjero en los centros, hace que sea necesario contar con planes de integración social y académica.
El profesorado tiene un exceso de carga laboral y como, ya han hecho en otras comunidades autónomas, debe reducirse el número de horas lectivas volviendo a la situación que existía antes del ‘decretazo’ del Gobierno de Mariano Rajoy en 2012 y, que ya el Gobierno de Pedro Sánchez desde el 2019 dejó sin efecto para que pudiera haber una mejora en atención y en calidad profesor-alumno.
En Puente de Vallecas es muy necesario esa menor carga lectiva formal que permitiría tener más profesores por centro y poder atender mejor todas las cuestiones de la enseñanza social y académica.
También es preciso reducir las ratios (menor número de alumnos por profesor) para poder ser atendidos adecuadamente con estándares de calidad.
De igual modo, es imprescindible disponer de programas deportivos suficientes, culturales, idiomas, robótica…. y abrir los centros con monitores externos de la Comunidad o del Ayuntamiento de Madrid para trabajar y fomentar un gran número de actividades de ocio y de estudio, además de ofrecer la apertura de distintos cursos extraescolares o deportivos en bibliotecas o pabellones deportivos.
En otro orden de cosas, hay que mejorar la seguridad en el entorno de los centros educativos creando un plan integral (Comunidad-Ayuntamiento) que trabaje con el conjunto del tejido asociativo y dote de personal en horas de entrada y salida de los centros, con más policías nacionales y locales, y más monitores de control.
De forma paralela, sería necesario realizar un conjunto de actividades en el centro educativo, incluso en horario extraescolar, para trabajar por la integración social y cultural, con la mejora académica, aprendizaje de idiomas, etc.…
Además, debería crearse otra escuela oficial de idiomas, que podría acordarse en un instituto público del distrito, que estuviera bien comunicado ya que en horario vespertino-nocturno tiene la mayoría de sus aulas desocupadas.
En general, ha aumentado el número de alumnos con intentos autolíticos y en la educación secundaria es necesario contar con una enfermera por centro para atender en primera instancia estas situaciones, además de contar con psicólogos de referencia en los centros de salud que puedan desplazarse unas horas a los centros educativos. Hay que aumentar la plantilla de especialistas en la salud pública (psicólogos y psiquiatras) de manera importante en este distrito, porque invertir en salud es invertir en futuro.
Carencias académicas
Continuando con el análisis, se percibe en Primero de la ESO que una parte del alumnado del distrito tiene unas carencias académicas importantes y que hay que estar muy encima con colaboración de las familias para que no se desconecten de la vía escolar y que puedan asistir diariamente al centro con los materiales necesarios. Aunque estas cuestiones ya se detectan en los últimos cursos de la Primaria.
Como solución, hay que dotar de más personal en los centros donde se detecta que en los primeros cursos de la ESO existe un índice de fracaso escolar significativo, reduciendo el número de alumnos por aula y haciendo mayor número de desdobles en las materias que presentan mayor dificultad. Impulsar metodologías activas de aprendizaje con mayores posibilidades de actividades prácticas o experimentales ayudaría a mejorar la motivación y atención más personalizada por parte del profesorado.
Por ello es necesario descargar de papeleo burocrático a los docentes y reducir el número total de alumnado que tienen que atender, sobre todo cuando se da un número elevado de fracaso escolar, absentismo y desfase curricular.
Sabemos que en los centros hay un plan de préstamo de dispositivos informáticos al alumnado vulnerable, pero se necesita otro que garantice que todo el alumnado tiene acceso a un dispositivo informático y a un acceso ilimitado de datos amplio, estableciendo una tarifa plana escolar de datos septiembre-junio asumido por la consejería y que el dispositivo prestado pueda tenerlo el alumnado al menos hasta la finalización de la ESO, agilizando el préstamo y los compromisos familia-alumnado-centro. Y que llegue a familias que tengan unos ingresos anuales máximos de 40.000 euros, por ejemplo.
Por último, las instalaciones educativas vallecanas de colegios e institutos deberían abrirse para actividades extraescolares y también hay que promover y dotar de ayudas económicas para que el alumnado pueda hacer viajes e intercambios para fomentar la movilidad entre el alumnado.