Por Guillermo Belinchón
Las vecinas de Puente de Vallecas se reunieron el día 8 de marzo frente a la Asamblea de Madrid para realizar un paseo conjunto y reivindicativo a favor de la igualdad de las mujeres. Al son de palmadas y cánticos feministas, las asistentes recorrieron varios de los barrios del distrito, empezando por el hemiciclo madrileño y terminando en Entrevías.
“Hemos decidido hacer este paseo porque nos han prohibido todo, cosa completamente ilógica. Nosotras como mujeres teníamos todas las medidas de seguridad sanitarias preparadas. Íbamos a establecer un cordón de seguridad de 250 personas cada uno para no saltarnos las restricciones, pero el delegado del Gobierno en Madrid decidió que no y hemos pensado dar un paseo”, explica una de las asistentes.
La marcha se realizó un día después que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) tumbara todos los recursos presentados por sindicatos y distintos colectivos feministas frente a la decisión impuesta por el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, de prohibir cualquier tipo de concentración feminista para el Día Internacional de la Mujer.
Esta resolución causó entre las vecinas una gran indignación y enfado e hizo que aquellas mujeres que esperaban este día con ilusión y necesidad, buscaran otras vías de poder reivindicar sus derechos: “Nos indigna mucho que, por ejemplo, hinchas del Atleti dieran la bienvenida a su equipo a la entrada de su estadio sin problemas. Luego que si los pijos por la noche de fiesta en la discoteca Barceló, pero a quien nos prohíben las cosas son a nosotras. ¿Qué pasa, que las únicas criminales somos las mujeres?”, se lamenta otra vallecana.
Solo un paseo entre vecinas
Las vecinas de Vallecas dejaron claro a este periódico que el paseo no era ninguna manifestación ni concentración y que no estaba promovido por ningún colectivo o asociación: “Nosotras estamos dando una vuelta, todos los días salimos y ésta es nuestra hora para ello, a estas horas caminamos”, expresaba otra mujer allí reunida.
La marcha se desarrolló y terminó respetando las medidas de seguridad y sin ningún altercado con las autoridades. Las pancartas feministas tuvieron parte del protagonismo junto a los cánticos del tipo “Criminalizado 8M, ladran luego cabalgamos” o “Seguimos aquí”.
Vallecas se vistió, una vez más, de morado en un 8 de marzo atípico por las circunstancias sanitarias que vivimos. La colaboración de muchas vecinas del barrio dejó claro la presencia y necesidad del feminismo en nuestra sociedad.