Un centro de refugiados en la antigua Rosilla

Las obras de construcción del centro de refugiados

El Ayuntamiento de Madrid ha elegido Villa de Vallecas para ubicar las nuevas instalaciones que albergarán a 294 solicitantes de asilo

Por Isa Mendi / Vallecas VA

Confluencia de la carretera de Villaverde a Vallecas con la avenida del Mayorazgo, distrito de Villa de Vallecas, terrenos antes ocupados por el extinto poblado chabolista de La Rosilla. Una cuadrilla de obreros se afana en levantar en el menor tiempo posible 32 módulos prefabricados para acoger de forma transitoria a 294 refugiados ante la falta de recursos de este tipo en la capital.

Una vez más, el Consistorio madrileño ha elegido el extrarradio para situar instalaciones que darán servicio a toda la ciudad. La primera fase de construcción, con 12 módulos para 96 personas, ha concluido ya. A finales de febrero estarán operativas las siguientes 14 casas que podrán albergar a 140 personas y las últimas 6 viviendas, una de ellas adaptada a personas con movilidad reducida, estarán listas a finales de marzo y darán cabida a otros 58 solicitantes de asilo. Cada uno de estos módulos tiene una superficie de unos 60 metros cuadrados y contará con tres habitaciones, cocina, salón y baño. Para la ejecución de estas actuaciones, el Gobierno regional ha cedido 26 módulos. El coste total del equipamiento será de aproximadamente 2,5 millones de euros. 

Cuando los solicitantes de asilo y refugio aterricen en Barajas, se les derivará a este centro, y será aquí donde se les atienda hasta que el Ministerio dé una respuesta. Según fuentes municipales, los usuarios estarán en este recurso asistencial de 15 a 30 días y no se permitirá su salida hasta que no tengan un destino concreto.

“Queda claro que no será un asentamiento, no tiene vocación de permanencia, y por tanto se evita toda situación de marginalidad, y va a ser un momento en su vida, que esperemos sea el más corto posible. Son familias que tienen niños, nosotros daremos techo, asistencia y acompañamiento. No vamos a permitir la salida de nadie hasta que no tenga un destino. Después, esto se desmantelará», asegura la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.

Por su parte, el delegado del área de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento, Pepe Aniorte, asegura que Cibeles abonará el transporte a los refugiados que se instalen en febrero en este centro temporal si los técnicos lo consideran, aunque la competencia sea del Gobierno central.

Reacción vecinal

La Asociación Vecinal PAU del Ensanche de Vallecas da la bienvenida a los refugiados de los prefabricados, pero muestra su preocupación por sus condiciones de vida. Al respecto, critican que el Ayuntamiento haya optado por concentrar en un único lugar el nuevo recurso. “Pensamos que equipamientos más pequeños humanizarían las ya de por sí difíciles condiciones en las que van a vivir estas personas y por ello reclamamos que se reduzca la escala de esta instalación, reproduciéndola en otras zonas de la ciudad”, señalan.

Por otro lado, los residentes muestran su preocupación por el futuro de los prefabricados, ya que sin un control y desinstalación adecuados podrían transformarse en un nuevo foco de infraviviendas, así como por las condiciones de vida de las personas que allí se alojarán. “Exigimos que las necesidades de las personas que ocupen estos módulos se cubran sobrada y dignamente, sin interferir ni mermar los servicios sociales, educativos, socioculturales y sanitarios del distrito y de nuestro barrio”, concluyen desde este colectivo.

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