REDACCIÓN
El “camino” de Sara comenzó el 1 de agosto de 1984. El desarrollo de su vida estuvo dentro de “lo normal”: una familia humilde del barrio de Vallecas, con momentos mejores y peores que siempre se superaban “haciendo piña”. Hasta junio de 2009, cuando los médicos detectaron a Sara un linfoma de Hodgkin… Tras dos largos años, quimioterapia, radioterapia y todo lo que eso conlleva… ¡Sara ganó la batalla! En octubre de 2010 le confirmaron que ya no tenía cáncer.
Pero la pesadilla no había acabado: el 15 de enero de 2011 comenzó a tener unas fiebres muy altas. El diagnóstico esta vez: meningitis bacteriana. Una vez en el hospital, Sara entró en parada multiorgánica, es decir, todos sus órganos dejaron de funcionar, y el personal sanitario tuvo que comunicar a la familia que era el final… Pero no, no lo fue: tras un coma de 4 meses, Sara despertó sin saber que una vez más había burlado a la muerte. Estuvo un total de medio año ingresada en la UVI.
Pero la meningitis le pasó factura: amputaciones por falta de riego sanguíneo en varios dedos de las manos, todos los de los pies y ambos talones, cicatrices por todo el cuerpo, los pulmones se le encharcaron… Los riñones dejaron de funcionar, por lo que ya de alta tenía que acudir a diálisis tres veces por semana durante cuatro horas cada vez. Por suerte, la meningitis no afectó a sus facultades mentales.
El 21 de agosto de 2013 llamaron a Sara del hospital: tenían un riñón para ella que, en principio, era compatible. La operación se complicó: el órgano era demasiado grande y había que modelarlo. Así se hizo, y tras largas horas de espera concluyó la operación, pero los médicos no estaban muy contentos con el resultado… Se formó un trombo en el órgano y después una trombosis, quedando inservible. El 4 de septiembre recibía el alta para continuar acudiendo a diálisis y a la espera de un nuevo riñón. Aparte del trasplante, tiene pendientes una operación en cada pie y otra consistente en retirarle las 4 glándulas paratiroideas e implantarle parte de una en el brazo para que continúe ejerciendo su función. Una vez en este punto, solo necesitará unas prótesis para los pies y mucha rehabilitación.
ColaborarFamiliares, amigos y personas solidarias con Sara han iniciado una campaña para ayudarla. Se trata de conseguir cubrir el coste de los implantes (25.000€). Una vez conseguida esta suma, la campaña habrá terminado, pues el objetivo de los donativos es única y exclusivamente costear las prótesis. Los organizadores se han comprometido a justificar el gasto públicamente mediante factura y devolver los donativos en caso de no necesidad. Esta campaña propone distintas formas de colaborar con Sara: ingreso en cuenta de donativos, compra de camisetas o productos solidarios, realización de eventos para recaudar fondos y recogida de tapones de plástico para el reciclaje. Si quieres colaborar, puedes contactar y obtener más información en:
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