Todas y todos somos Ucrania

Somos Red Entrepozo VK ha puesto en marcha una recogida solidaria de ropa de abrigo y comida, cuyo primer envió de 1.000 kilogramos llegó a su destino el 3 de marzo

Voluntarios posan junto a una de las furgonetas en Entrevías. Foto: J. Arguedas

Por Isa Mendi/ J. Arguedas

La red de solidaridad y apoyo mutuo Somos Red Entrepozo VK puso en marcha el 2 de marzo bajo el lema ‘Compartimos lo que tenemos’, una recogida solidaria de ropa de abrigo y conservas para los damnificados por la invasión rusa de Ucrania. Este colectivo hace un llamamiento para que los vallecanos lleven a su local de la calle de Avelino Fernández de la Poza 23 (de lunes a viernes, de 10 a 14 horas y de 17 a 20 horas), chaquetas, jerséis, mantas, sacos de dormir, calcetines gordos, gorros, bufandas, vendas, medicinas, conservas…. y todo lo que se pueda transportar por carretera para hacérselo llegar a la población necesitada. Otra de las vías para colaborar es realizar aportaciones económicas para ayudar a la financiación de esta causa en el número de cuenta: ES32 2100 3191 5122 0007 4596 (concepto Ucrania).

El primero de los envíos partió de Entrevías el jueves 3 de marzo (1.000 kilogramos de material, repartidos en 88 cajas con 70 sacos de dormir, ropa de abrigo, conservas, pañales, medicinas, leche para los niños, etc…), y día y medio después, llegó a su destino, la provincia rumana de Maramures, a donde está llegando un buen número de refugiados. La previsión es que otra furgoneta salga el 10 de marzo con más material.

Esta idea partió de Adriana, miembro de Somos Red EntrePozo VK. “Soy rumana y llevo 21 años en España. Cuando empezó el conflicto, hablé con la gente de mi pueblo y les pregunté por la situación. Me dijeron que no tenían ni abastecimiento ni dinero para hacer frente a la gente que llegaba huyendo de la guerra. Les pregunté que si recibirían y distribuirían lo que les mandáramos desde aquí, me dijeron que sí y nos pusimos manos a la obra”, explica a Vallecas VA.

Esta activista vecinal se emociona con la gran respuesta por parte de la gente del barrio. “El transportista nos iba hacer un precio solidario, pero resulta que no nos cobró ni un céntimo en el primero de los envíos. Lanzamos el mensaje un martes por la tarde y el miércoles por la tarde, ya estaba el local a reventar. Los vecinos vienen a ayudar a empacar y a seleccionar. Incluso nos han donado una máquina de oxigeno portátil”, añade.

Adriana explica que, de forma recurrente, van a seguir mandando ayuda para Ucrania, pero sin olvidar a la gente de su barrio. “El viernes pasado teníamos reparto de la gente del barrio y a la vez de la recogida del material. Una locura. Estoy agotada, pero súper contenta”, reconoce.

Un momento de la descarga del material, ya en su destino

Sentimientos

Solidaridad, pena, tristeza, unión y ayuda a los más necesitados son alguna de las palabras más repetidas por las voluntarias que acuden a prestar su ayuda en la recepción, selección y embalaje de las donaciones. “Lo hago porque realmente es necesario. Estos conflictos los pagan siempre las mismas personas y los civiles que no tienen culpa de nada. Los que puedan, que vengan a ayudar a gente como nosotros que vive en Ucrania y que tiene la desgracia de estar sufriendo una invasión. Les han echado de sus hogares, han matado a personas, es horrible, es una gran tristeza”, señala Begoña, valenciana que lleva tres años viviendo en Vallecas.

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