Por Raúl González
La entidad franjirroja se vio obligada a suspender el viaje a Miranda de Ebro debido a las inclemencias meteorológicas. Este partido correspondía a la 20º jornada liguera e iba a enfrentar al CD Mirandés y el Rayo Vallecano en la categoría de Plata.
LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) obligaron al conjunto franjirrojo a viajar hasta Miranda de Ebro pese a las abundantes nevadas en Madrid. El club vallecano, por tanto, inició su ruta para llegar al destino deseado. Sin embargo, esto no iba a ser un camino de rosas.
La nieve dificultó la movilidad por carretera y obligó a los jugadores vallecanos a ayudar a varios coches atravesados en la carretera, bajándose los futbolistas del propio autobús. En ese preciso momento, decidieron darse la vuelta y regresar a Vallecas, pues era imposible hacer correctamente el trayecto, cargado de dificultades.
Los jugadores llegaron a la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano de madrugada y tuvieron que regresar a sus respectivos domicilios en sus coches particulares y en los medios de transporte. Toda una odisea en la que, por suerte, no hubo que lastimar nada negativo, a pesar de que, incluso el propio presidente Raúl Martín Presa tuviera que quedarse atrapado en la carretera durante varias horas en su propio vehículo.
Horas después, LaLiga comunicó que el partido quedaba suspendido hasta nueva orden, hecho que tranquilizó al conjunto rayista al completo, a sus familias y a los propios aficionados.