REDACCIÓN.
Hace poco más de un año, paseábamos con miembros de la A.V. La Paz por el Parque de Entrevías, uno de los rincones más bonitos del barrio, para comprobar de forma directa su estado de abandono, algo que los vecinos vienen denunciando desde hace bastante tiempo. Uno de los recursos más deteriorados del mismo es el auditorio, que definíamos como “destrozado y ya sin uso”.
Pues bien, la cosa ya ha llegado lo suficientemente lejos, y los vecinos no están dispuestos a esperar más, motivo por el cual Valle K Ando, la “guía alternativa de Vallekas y Entrevías”, ha tomado una iniciativa que aplaudimos desde estas páginas: ha comenzado a recoger firmas para salvar el Auditorio de Entrevías, y ya tienen miles de ellas. “Hay hojas de firmas en todos los locales colaboradores, pero os aseguramos que esto no ha hecho nada más que empezar”, advierten.
Y es que “cualquier municipio, pueblo o ciudad daría lo que fuese por tener un lugar como el que tenemos en Entrevías. Multiusos, al aire libre y en un paraje ideal donde olvidarte del trajín de la macrociudad sin causar molestias al vecindario con sus actividades —argumentan—. Un lugar del que deberíamos sentirnos orgullosos y que día tras día lo vemos en constante decadencia”.
Ciertamente, estos tiempos son complicados para conseguir que los poderes públicos inviertan dinero en casi nada, con la excusa de la crisis. Pero desde Valle K Ando hacen un apunte interesante: “tampoco facilitan la tarea a aquellos promotores, asociaciones, organizaciones, etc., que tratan, siempre en vano, de programar actividades allí. Una ley que creemos completamente estúpida y que se saltan a la torera siempre que ellos mismos quieren, prohíbe vender alcohol en cualquier fiesta o evento que se organice en las calles de la capital. Por esa razón no se podría realizar un Palomeras Rock en estos momentos y mucho menos lo que se llamaba Vallekas Rock. Por esa misma razón no se podrían realizar las fiestas de las peñas del Rayo Vallekano y la Batalla Naval no puede ser aún más grande. Símbolos y fiestas que hincharían el pecho de cualquier gobernante y aquí hay que hacerlas en la clandestinidad”.
“Sin embargo —continúan—, vemos vender alcohol en las fiestas de los barrios. Con puestos que dejan bien claro que unos son del PSOE, otros del PP, otros de IU. Pero los ciudadanos del mundo, los habitantes que nos ha tocado vivir estos tiempos, no tenemos ni voz ni voto en la cuestión. Solo podemos resignarnos a envejecer al ritmo de la decadencia del Auditorio”.
En cualquier caso, los impulsores de esta iniciativa no caen en el pesimismo: “Muy pronto vamos a ver el Auditorio de Entrevías de nuevo en actividad y nosotros rejuveneciendo con él. Solo tienes que hacer con nosotros el camino al andar”, concluyen.