ROBERTO BLANCO TOMÁS.
“Mi nombre es Javier Ruiz, tengo la pizzería VK desde 1990, y estoy empeñado en acabar con la corrupción en Vallecas. Si crees que puedes ayudarme con alguna información, te dejo mi e-mail…”. Quien así se expresa en una octavilla es Francisco Javier Ruiz Hernández, “el pizzero anticorrupción”, como ya es conocido en el barrio. Un empresario vallecano que, tras ver su negocio amenazado por la competencia desleal y la pasividad municipal, está decidido a que las cosas cambien.
La pizzería de Javier se encuentra situada en el número 108 de la avenida de la Albufera. Y a día de hoy sigue allí gracias a su tesón y al apoyo vecinal, pues ha estado a punto de tener que trasladarse. Él nos lo explica: “el distrito de Puente de Vallecas se está convirtiendo en el paraíso de todos los defraudadores, de todos los blanqueadores de capital y todos los incumplidores de la ley”. Paralelamente, la política del Ayuntamiento “está quitando la seguridad jurídica a todos los comercios”, denuncia. “De hecho, no hay más que observar la desaparición del comercio tradicional sustituido por negocios de dudosa viabilidad. Estamos hablando de negocios con un exceso de personal —sin dar de alta— y sin ninguna actividad económica, o bastante escasa, pero con una continuidad en el tiempo inimaginable para cualquier comercio que cumpla con la ley”. En este escenario, la pizzería VK no puede competir. “Hay unos 39 negocios en el barrio que nos hacen competencia desleal”, apunta Javier, que tiene pedida documentación de todos ellos para añadirla a su denuncia. “La primera vez que fui a un pleno municipal, llevé un escrito del Servicio de Disciplina Urbanística en el que constaba que de 23 locales sobre los que se pedía información, 17 carecían de las licencias que les habilitarían para estar abiertos al público, un 72%. Se lo planteé a la señora Eva Durán, que respondió: ‘ese escrito es mentira’. Entonces le propuse hacer un careo entre ella y la jefa del servicio, a ver quién era la mentirosa… Me dijo que los careos son para el juzgado, y en eso estamos”.
Mantener el negocio en la situación actual es complicado: “nuestro local cumple la normativa y tiene licencia, pero es un alquiler caro. Estamos en la avenida de la Albufera, en un local de 20 m2. Claro, si a mí me dejaran hacer como a las multinacionales, sacar el humo por la fachada y cosas por el estilo, podría conseguir un local de 100 m2 a la mitad de precio sin ningún problema”. Y buscando local estaba, pero que pudiera cumplir la normativa en otro lugar más económico, cuando el panorama ha dado un cambio: “lo que ha ocurrido es que mi lucha está teniendo mucho eco. Mi publicación en Facebook ha tenido 142.000 visitas”. Javier lanzó una campaña con ofertas especiales para recoger fondos y cubrir los gastos de su denuncia, lo que ha conseguido evitar la mudanza. “Estamos teniendo una acogida del barrio que no me la esperaba —nos cuenta—. Bueno, sí me la esperaba, porque este es un barrio obrero y luchador… Y nos animan a que destapemos a todos los corruptos, a que vayamos a todos los sitios contra ellos…”.
Javier, harto de la inactividad del Ayuntamiento, denunció el caso en octubre de 2013 ante la Fiscalía Anticorrupción. Al mismo tiempo, pidió apoyo al resto de grupos políticos. “Hemos mantenido muchas reuniones con sus responsables, y no hemos recibido nada. No nos ayudan a conseguir expedientes para confirmar con datos lo que es evidente. Dicen que a ellos no se los dan… Yo les digo que les denuncien como hago yo”. Javier está empezando a resultar molesto para algunos: “en la Junta de Distrito ya no me atienden… Ya ni siquiera me quieren recibir en registro escritos dirigidos a los partidos políticos, no sé por qué”, apostilla con sorna. Javier no entiende esta cerrazón municipal: “soy un empresario del barrio, y en un local de 20 m2 tengo siete nóminas… ¿Soy el enemigo?”.
Más información, en Facebook:
– Francisco Javier Ruiz Hernández.
– Pizzería VK Vallecas.
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