Música del reciclaje

La orquesta tocó en el Teatro Real el pasado 4 de enero.
La orquesta tocó en el Teatro Real el pasado 4 de enero.

ROBERTO BLANCO TOMÁS.

El CEIP Núñez de Arenas, en El Pozo del Tío Raimundo, es un cole muy especial. Hace ya más de cinco cursos, según nos cuenta Isabel Bueno, maestra y secretaria del equipo directivo, “decidimos que ya estábamos en el siglo XXI y que teníamos que trabajar la educación de otra manera. Pensando en la cantidad de niños que no acaban de sentirse cómodos dentro del sistema tradicional de aprendizaje y considerando que este modelo no cubre ni las necesidades ni la diversidad de toda la población escolar de un centro, empezamos a prepararnos para trabajar en metodologías innovadoras. Y ése es el perfil en el que ahora mismo está inmerso el Núñez, en una renovación pedagógica año a año, observando cómo fue el curso anterior y pensando qué podemos hacer mejor el que viene”.

En el Núñez de Arenas se emplean distintas metodologías de enseñanza, entre ellas el trabajo por proyectos. El personal docente está en continua formación, siempre buscando nuevas formas, huyendo del “clasicismo metodológico” y rompiendo con la imagen tradicional que podemos tener de lo que es una clase. Las aulas se convierten en rincones de estudio donde los niños se ayudan, aprenden juntos y juegan un papel activo. Además, se vinculan las enseñanzas a la vida cotidiana, animándoles a reflexionar sobre lo que están aprendiendo. Uno de los aspectos más representativos del trabajo por proyectos es la parte manipulativa, mediante la que se crea “un contexto físico y mental para que el niño estudie”, apunta Isabel, que pone un ejemplo: “nuestro pabellón del bloque 1 ha sido una nave espacial durante todo el primer trimestre”. Pero además de los proyectos dentro de los bloques, “el colegio tiene un proyecto para todo el centro, en el que todo él participa”. Como el proyecto Z_Oma, del que en su momento informamos, “que surge desde la necesidad de habilitar una zona que teníamos semiabandonada. Fueron más de 500 personas las que trabajaron con nosotros, y desde ese momento somos conscientes de que ese rincón se cuida con mucho más mimo, también por parte de los vecinos”.

La orquesta tocó en el Teatro Real el pasado 4 de enero.
La orquesta tocó en el Teatro Real el pasado 4 de enero.

La orquesta

Esto nos lleva al proyecto que hoy nos ocupa: la Orquesta La Música del Reciclaje. La oportunidad vino a través de un profesor del IES Barrio de Bilbao, Juanjo Vergara, a quien le llega la noticia de que alguien quiere replicar aquí el proyecto de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura. Ésta es “una población de Paraguay que vive principalmente de un vertedero, a la que hace años llegó un grupo de educadores con la intención de cambiar esa realidad, cosa que pudieron hacer a través de la música”. Ante la falta de recursos, construyeron instrumentos con los materiales que recogían de la basura, y el resultado ha sido una orquesta que ya ha recorrido medio mundo. Ecoembes, organización que se dedica a la recuperación de envases en toda España, decide traer aquí ese proyecto, que finalmente, gracias a la mediación de Vergara, termina “aterrizando” en el Núñez. A su equipo docente le cuadra de inmediato, y se pone en marcha con ilusión.

Todos los niños a partir de 2º de Primaria pueden formar parte del proyecto. El aprendizaje del instrumento se realiza a partir de 2º/3º de Primaria, “que es cuando ya tienen la plasticidad necesaria a nivel físico para poder hacerlo. Tenemos alumnos que empezaron a tocar ya con siete añitos, y desde ahí hasta los niños de sexto”, explica Isabel Bueno, que coordina el proyecto en el colegio. Nos cuenta que la orquesta está formada por niños del Núñez y del Hogar Materno Infantil Villa Paz de Pozuelo, y presenta al equipo técnico: “Víctor Gil es el director de la orquesta y del proyecto. Mercedes Gómez es la persona que lleva toda la cuestión pedagógica a nivel musical, mientras que nosotros lo hacemos a nivel escolar. Dentro del proyecto están también los maestros que imparten las clases de instrumento: tenemos profesor de violín, de viento y de percusión. Por último, un lutier maravilloso, Fernando, que hace todos los instrumentos que hay que tocar y ‘que no se pueden romper’. Desde el año pasado empezamos ya a formar también a un grupo de niños para que aprendan a fabricarlos, arreglarlos y cuidarlos. Todos estos recursos, tanto humanos como materiales, están patrocinados por Ecoembes”.

El proyecto va ya por su tercer curso, e Isabel destaca los resultados obtenidos, elogiando al equipo técnico: “Pese a que la música es un ámbito muy rígido, no quiero dejar de destacar el lado tan maravillosamente humano que nuestro director o Mercedes ponen en este proyecto. Nuestros niños han avanzado mucho, pero lo han hecho principalmente por el apoyo emocional que han tenido en todo momento. Víctor ha ido imponiéndoles la disciplina necesaria para que se sientan orquesta, pero todo esto desde el respeto, el cariño, el apoyo, el empujón… Creo que si algo ha destacado en toda esta labor ha sido el gran cariño con que se ha hecho y que nuestros niños han percibido”.

“La orquesta ahora mismo funciona en dos niveles —continúa Isabel—. No hay que olvidar que esto es un proyecto de centro, por lo tanto está abierto a todos los niños del colegio, no solo a los que mejor tocan. Todos los niños tienen su espacio en la orquesta, si es donde quieren estar. Ahora hay 21 niños en un grupo y 19 en otro, sin olvidar a los compañeros de Villa Paz. Los que van a tocar en las ocasiones especiales, como la del Teatro Real el pasado 4 de enero, porque han alcanzado un nivel técnico suficiente, estarán en torno a unos 35. Luego también actuamos en lugares del barrio, y ahí tocan todos nuestros niños. Este año se está trabajando un repertorio un poquito mixto, para que puedan tocar algunas canciones juntos los dos grupos. Nuestros niños dan la misma importancia a todos los conciertos, igual en el Teatro Real o en el Auditorio Nacional que en el barrio”. Isabel hace balance: “en general el proyecto ha creado nuevas expectativas en nuestro alumnado y sus familias; nos ha permitido resaltar la importancia de la Educación Artística y las Humanidades; hemos ganado en sensibilidad, apoyo mutuo y trabajo en equipo; hemos aprendido que nos podemos superar disfrutando de lo poco que pide la música y de lo mucho que da… Hemos roto con los estereotipos”.

Justicia social

Isabel no quiere terminar sin nombrar el proyecto en el que están ahora mismo inmersos: Hermanadas por la justicia social, “encabezado por el equipo de Javier Murillo, de la Universidad Autónoma de Madrid, Juanjo Vergara y nuestra compañera Isabel Vizcaíno. Este equipo partió de la idea de que no se pueden tratar todos los valores relacionados con la justicia social si no tenemos claro cómo lo vamos a integrar en los contextos de las diferentes escuelas”. Comenzaron hermanando a centros con inquietudes similares: “empezamos siendo cuatro, y ahora es una amplia red en la que estamos colaborando diferentes colegios, institutos y la Universidad Autónoma, buscando una manera de trabajar la justicia social desde las escuelas. La forma práctica de llevarlo a las aulas es mediante la metodología de trabajo por proyectos. En concreto, el que desarrollamos el curso pasado fue Los 50 años del Núñez. Aprovechando el acontecimiento, se investigó el cambio que se ha producido en nuestro barrio en este medio siglo. Convertimos el colegio en las diferentes décadas de nuestro barrio hasta llegar al momento actual. Los niños salieron, hicieron fotografías, entrevistas, buscaron por qué se habían producido esos cambios, escribieron a los ayuntamientos para preguntar por qué teníamos el barrio de ésta o de otra manera… Para mí lo más importante es que, después de dos cursos, ahora mismo hay una red importante de centros educativos que buscan trabajar de manera innovadora la justicia social, con lo que ello supone de aprendizaje y sobre todo de vuelta al ser humano como individuo social, que se nos ha olvidado un poco”, concluye.

 

Algunos testimonios

JESÚS ARGUEDAS.

Preguntamos a distintas personas relacionadas con la orquesta qué destacarían de esta experiencia. He aquí lo que contestaron…

  • Víctor Gil (director de la orquesta): A los chavales se les abre una puerta nueva: poder tener una educación en la enseñanza instrumental, que normalmente es muy difícil que pudieran conseguir… Y para nosotros es que estamos aprendiendo mucho, estamos recibiendo muchísimo. Son unos chicos tremendamente afectuosos, y cuando ven que tú no les fallas, te devuelven todo. Son absolutamente sinceros. Si tú estás con ellos, ellos están contigo.
  • Raúl (profe del Núñez de Arenas): Los chicos cada vez están más implicados, se lo pasan bien. Ven que la música no solo es el flamenco. Que comparten otra música con más gente. Se les nota, para nosotros es una alegría.
  • Pedro (profe de flauta y saxo en el Núñez de Arenas): La implicación de los alumnos. Lo que más me ha sorprendido es cómo han respondido alumnos con hiperactividad o de diversidad funcional, lo que demuestra que la música tiene algo especial en cuanto a la comunicación con chicos con estas dificultades. Para nosotros ha sido un reto interesante, y en el que ves resultados.
  • Antonio (profe en Villa Paz): Lo que más me ha sorprendido es cómo estos chicos se agarran a la música, cómo se olvidan de los problemas, cómo les ayuda a abrirse y cómo poco a poco van cogiendo confianza con los del otro colegio.
  • Cristina (ex-alumna del Núñez de Arenas. Sigue en la orquesta, donde toca el concertino): yo este año estoy en el instituto, pero empecé a tocar el violín en mi cole, el Núñez, hace dos cursos. Ahora voy por las tardes y sigo aprendiendo, es el mejor rato de la semana. Para mí la orquesta es todo: felicidad, emoción, diversión… Es parte de mi vida, gracias a ella siento que soy alguien especial. Mis profes son una maravilla, son espectaculares, están ahí siempre… Solo les puedo decir que gracias por todo…
  • Amparo (alumna de Villa Paz): yo toco la guitarra, y para mí la orquesta lo es todo, es una oportunidad para la vida. A mis profes les quiero mucho, son increíbles, y cuando nos juntamos todos, el Núñez y nosotros, para tocar, no hay quien nos pare. Lo pasamos muy bien y aprendemos un montón.
  • Pedro (alumno del Núñez de Arenas): Me gusta viajar, tocar, hacer instrumentos. Cuando estoy enfadado, cojo la flauta y me alegro. Todos los sábados ensayamos. Hemos visto a la Reina y a muchos famosos.
  • Antonio (alumno del Núñez de Arenas): Aprendemos a tocar, vamos a muchos conciertos. Me gusta aprender. Toco la percusión.
  • Ricardo (alumno del Núñez de Arenas): Tocar el violín. Suena bien. Lo que más me gusta es cuando tocamos todos juntos.
  • Jesús (alumno del Núñez de Arenas): Toco el cajón. Estoy aprendiendo. Con mi compañero El Pesca me llevo muy bien. Me gusta más tocar que estudiar otras cosas.
  • Yanira (alumna del Núñez de Arenas): Toco el cajón. Aprendo a tocar muy bien. Me gustan mis compañeros. Lo que más me gusta en el colegio es tocar.

 

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Fotos: ECOÉMBES

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