EDITORIAL.
Día a día vemos los alarmantes hechos que están sucediendo en todo el planeta: la guerra de Siria, el creciente desencuentro EE.UU-Rusia, el no funcionamiento de la Unión Europea, los “reveses” en los referéndums en el Reino Unido (con el Brexit) y en Colombia (con el acuerdo de paz), etc. Y en nuestro país, el “golpe de Estado” dentro del PSOE, para poner en bandeja la próxima elección de Rajoy como presidente del país.
A la par, la gente de a pie vamos ganando terreno y seguiremos ganándolo, porque se ha abierto un nuevo horizonte que, más pronto que tarde, hará posible un nuevo paisaje humano en nuestro barrio y en el planeta.
Las fuerzas del poder económico van a hacer todo lo que esté en sus manos para intentar impedirlo, pero no será posible, como no fue posible parar la independencia de la India del Reino Unido, ni el gran avance en EE UU en la conquista de los derechos civiles para los negros que lideró Martin Luther King. Ésta es la Historia, la superación de lo viejo por lo nuevo en una creciente e imparable evolución.
Lo nuevo hay que construirlo. No es que, por quererlo, al día siguiente nos lo encontremos en la calle.
Cuando se está en una encrucijada como la actual, es cuando “uno no se puede equivocar” respecto de cómo mirar lo que sucede a su alrededor, y sobre todo “qué es lo que uno ha de empezar a hacer o seguir haciendo”.
En Vallecas tenemos unas inmejorables condiciones para construir. Desde hace poco más de un año, tenemos un nuevo equipo municipal tanto en Madrid como en el barrio que están haciendo “cosas muy diferentes”, y sobre todo “modos de hacer muy diferentes” a los que hacían anteriores equipos.
Tenemos una red, un tejido asociativo social, cultural, etc., envidiable.
Y por último o en primer lugar nos tenemos a “nosotros mismos”. Y aquí es por donde uno puede empezar a “hacer su parte”.
Tal vez solo sea hacer uno o dos ajustes importantes en mi propia vida o por el contrario dar respuesta de una vez a situaciones “que arrastro desde años”. Pero es el momento de hacer lo que en el fondo tengo muy claro que necesito hacer.
Demos este paso y pongámonos a caminar con la firme determinación de ya nunca parar. Con ello estaremos haciendo nuestra parte y estaremos contribuyendo en la construcción de “otro barrio”, otro país y otro mundo.
Necesitamos madurar. Para ello es imprescindible ponerse objetivos con fecha definida que sean claros y precisos. Si hacemos esto y buscamos ayuda en nuestro entorno para mantenerlo, estaremos haciendo “lo que está en nuestras manos”.
Siempre se podrá criticar lo que hacen los demás, siempre se podrá mejorar, pero lo que nos define de verdad a cada uno es “por lo que hacemos”, y no por lo que decimos.