Por Redacción
El presidente de la Asociación Vecinal Palomeras Sureste y de Vallecas Todo Cultura, Pepe Molina, charló con alumnos y alumnas de 4º de la ESO del Instituto Madrid Sur el pasado 18 de marzo acerca de la historia del movimiento vecinal vallecano recogida en su libro ‘Vallecas en lucha’. Dos alumnas de este centro educativo se convierten en periodistas y cuentan en Vallecas VA esta experiencia, un trabajo que forma parte del proyecto ‘Semillas’ en la materia de Lengua Castellana y Literatura.
Marina Morillo
Cuando una empieza a escuchar a Pepe Molina, no imagina todo lo que ha vivido y luchado por la mejora de la vida en los barrios de Vallecas, y todo lo que hay detrás del movimiento vecinal como agente de cambio social. Nos contó que, a mediados del siglo XX, Vallecas era un municipio rural. Estaba compuesto de calles de barro, sin aceras ni alcantarillado. Apenas había agua corriente, sólo en algunas fuentes, ni escuelas, ni recursos suficientes para una vida digna. La mayoría de personas vivían en casas bajas construidas en una noche, porque de este modo cuando la casa ya estaba hecha, a la mañana siguiente, no podían derribarla.
Vallecas empezó a recibir una gran cantidad de población de emigrantes procedentes de Castilla- La Mancha, Extremadura y Andalucía que habitaron aproximadamente unas 12.000 viviendas precarias. Una de cada cuatro personas que llegaban a Madrid, venía a residir en Vallecas. Sin embargo, se vio una gran oportunidad en este suelo barato por parte de muchos especuladores. Se intentó expulsar a los vallecanos de su barrio mediante un plan, ya que se les veía como “una población extraña y difícil de erradicar”. Ante esta situación, la gente decide unirse en el barrio, con mucho cuidado por la dictadura (no se podían reunir más de 10 personas en una casa). Después se creó la primera asociación vecinal de España, la Asociación de Palomeras Bajas en 1968. Le siguieron otras más.
Como no había centros escolares, los grupos de vecinos promovieron la creación de las primeras escuelas como fueron Trabenco o el colegio Palomeras Bajas. Pepe Molina expresó la importancia del papel de las iglesias en el barrio, la gran ayuda que aportaron los curas (el caso del padre José María Llanos, entre otros) y la gran deuda que tenemos actualmente con los maestros y maestras en los barrios. La lucha de los vecinos mediante manifestaciones, concentraciones, la primera cadena humana, escritos, etc… propone la remodelación de Vallecas con el objetivo de mejorar el barrio, especialmente viviendas dignas. Se sustituyeron las chabolas y las casas bajas por pisos.
- Como expresó Pepe Molina, ‘lo que no se escribe, se pierde’, de ahí la importancia del legado histórico de los barrios, especialmente para las generaciones más jóvenes, para continuar luchando
Pepe Molina hizo mención especial a la cadena humana bajo la lluvia (1985) en la que se reunieron 14.000 personas desde Villa de Vallecas a Puente de Vallecas para reclamar que se ampliara la línea 1 del Metro para mejorar la comunicación. Finalmente, las nuevas estaciones de Metro fueron inauguradas por el Rey y se celebró una gran fiesta. Otro acto importante fue el secuestro del autobús 57 por parte de un grupo de vecinos para que se ampliara la ruta de esta línea (1991).
La remodelación de los barrios no finalizó hasta mediados de los 80, pero los vecinos siguieron luchando. Se consiguieron parques, el plan 18.000 (con este dinero se favoreció la mejora de la educación, la salud pública, la cultura y la organización social para Puente y Villa de Vallecas) y la modificación de la M-40. La lucha en Vallecas sigue actualmente. Como expresó Pepe Molina, “lo que no se escribe, se pierde”, de ahí la importancia del legado histórico de los barrios, especialmente para las generaciones más jóvenes, para continuar luchando.
Laura Tejero
Pepe Molina comenzó hablando sobre una discusión entre dos jóvenes, en la que hablaban sobre un personaje importante en la historia de este barrio. Este hecho le hizo darse cuenta de que había que escribir sobre la historia de Vallecas y sobre los principales protagonistas que habían logrado mejorar la situación de este barrio. A continuación, comenzó a contarnos sobre la historia de Vallecas:
Después de la guerra, la situación del país era lamentable y en los pueblos peor, ya que no podían vivir de la agricultura. Por estas razones gente de diversas zonas de España empieza a emigrar a los alrededores de Madrid, por ejemplo, a Vallecas. Lo que se podía observar en esos años era una vida con unas pésimas condiciones: chabolas en calles sin asfaltar en las cuales no había luz ni agua, calles sin alcantarillado… En los años siguientes la gente sigue haciendo su vida en el barrio y afortunadamente se consiguen abrir diversos comercios como peluquerías, ultramarinos, etc.
A finales de los años 60, el Ministerio intenta expulsar a los habitantes de Vallecas del barrio. Esto provoca que se cree la primera asociación de Vallecas, la Asociación de Palomeras Bajas, que debía hacer las cosas con cuidado debido a las restricciones que había con Franco. En los años siguientes, debido a los problemas de vivienda, se crean muchas asociaciones de vecinos que convocan las primeras manifestaciones. La prensa en estas luchas formó un papel fundamental, ya que, a través de ella, se expandía para el resto de ciudadanos de Madrid la situación del barrio.
Tras la muerte de Franco, en el Gobierno de Adolfo Suárez en 1977, el ministro Joaquín Garrigues Walker plantea una solución al problema de la vivienda debido a que se avergonzaba de la situación. Con la ayuda de este ministro y las formas de lucha con las que habían presionado, se consigue no solo solucionar el problema de la vivienda, sino que también crear colegios, parroquias, bibliotecas, centros sociales y de salud, zonas verdes, carriles bici, poner alcantarillado, que la luz llegue a todas las casas…Este proceso duró desde el 68 hasta el 89. Pero surgen luego otros temas como la ampliación del Metro, la inversión de dinero en Vallecas para aportan recursos al barrio.
- En los años 80, la mayoría de escuelas del barrio eran privadas, excepto algunos pocos colegios públicos que existían como el Palomeras Bajas. Los padres querían que sus hijos fueran a la universidad para que no acabaran como ellos
Hablamos también sobre educación. En los años 80, la mayoría de escuelas del barrio eran privadas, excepto algunos pocos colegios públicos que existían como el Palomeras Bajas. Siempre los padres en esos momentos querían que sus hijos fueran a la universidad para que no acabaran como ellos.
Otro de los problemas que afectó mucho al barrio en esos años fue la droga, que principalmente se introdujo para calmar las ansias de libertad de los jóvenes y también como un negocio. La droga generaba que, en los barrios más pobres, los jóvenes robaran objetos de valor para posteriormente venderlos. Este problema afectó tanto que se llegó a crear “El Grupo de madres contra la droga”.
Finalmente, a modo de conclusión, el principal problema de Vallecas en las últimas décadas ha sido la vivienda, además de otros como la droga. Problemas que, gracias al esfuerzo y lucha de muchas personas, con el paso de los años han logrado solucionarse. Realmente estoy muy agradecida a Pepe Molina, ya que gracias a él conozco mucho más sobre la historia de nuestro barrio Y también lo estoy con todos los vecinos que han hecho que hoy en día podamos disfrutar de este maravilloso barrio, en el que contamos con parques, escuelas, buenas viviendas o centros de salud…