Por Luis Carlos Ríos
Los jóvenes son seres racionales, corporales y… emocionales. Sin embargo, esta dimensión rara vez se aborda desde la educación formal, basada en contenidos curriculares técnicos, generalmente inconexos y carentes de un enfoque holístico. ¿Cómo puede comprenderse mejor el mundo si no se toman en cuenta las emociones en la edad adolescente? ¿Cómo aspirar a salir adelante en un contexto de conflicto, absentismo y graves dificultades socioeconómicas? A esta problemática intenta dar respuesta la FP Naranja.
Se trata de un proyecto de cooperación para la gestión y desarrollo de la competencia emocional. Comprende un encuentro online con una terapeuta, Ana Peñalver, en el que se tratan temas como la ansiedad, la autoestima, el conflicto, la agresividad y las creencias limitantes. Desde septiembre del año pasado y hasta junio del 2022, los cuatro institutos que forman parte de la iniciativa se conectarán, compartirán y aprenderán una vez al mes sobre su universo emocional.
En Puente de Vallecas este proyecto encuentra lugar en el instituto Vallecas Magerit, un centro público que imparte enseñanzas en las etapas de ESO, Bachillerato y FP. Entre sus 1.100 alumnos están los futuros profesionales, gestores, administradores y técnicos que se beneficiarán de una educación emocional más completa. Se lo deben a un claustro de unos 100 profesores, entre los que destaca Pilar Mascaraque, responsable en su centro de la FP Naranja. Además, participan en el proyecto los institutos Consaburum (Toledo), Politénico (Vigo) y Feria del Atlántico (Tenerife). Al frente de la FP Naranja está Pablo Peñalver, hermano de la anteriormente citada Ana Peñalver. Él es el representante del centro Consaburum, en la localidad toledana de Consuegra.
Mejorar el futuro profesional
¿Cómo contribuirá el desarrollo de competencias a los jóvenes? “El impacto que pretendemos tener en el barrio es dotar al alumnado y a sus familias de recursos de competencia emocional, útiles para el desarrollo de su vida personal y profesional”, comenta Pilar.
Esto va acompañado de mejorar el reconocimiento institucional y empresarial a los centros educativos de Vallecas. Con eso en mente, desde el IES Magerit Pilar afirma que quieren “crear una marca de centro de prestigio, que apuesta por proyectos innovadores, generando alianzas con nuestro entorno, con empresas, con entidades y fundaciones que quieran sumarse para lograr el objetivo final, que es mejorar la empleabilidad de los alumnos residentes en Vallecas”. Dado que la mayor parte de las alumnas del centro son mujeres, es también un esfuerzo por limitar la feminización de la pobreza.
La labor de estos docentes y terapeuta es completamente ‘ad honorem’, lo que hace aún más encomiable su esfuerzo. Este se resume en dos palabras: emprendimiento y proactividad. Para sacar a los jóvenes de la desmotivación por causas socioeconómicas, intrafamiliares y existenciales proponen el desarrollo de competencias. Se centran en las siguientes: “pensamiento crítico, cooperación, comunicación y creatividad”. A ello le añaden una quinta que consideran esencial para todas las demás: la competencia emocional. Sin ésta, las demás no encuentran un sustrato fértil en el cual desarrollarse.
El cooperativismo como punto de partida
De acuerdo con la documentación que facilitó la profesora Mascaraque a este medio, “Vallecas es el reino del asociacionismo y la forma de asociacionismo que mejor entronca con los objetivos que perseguimos es el cooperativismo y en concreto las cooperativas de trabajo asociado”. Con ello en mente, el IES Magerit, en el marco de la FP Naranja, ha generado alianzas y sinergias con las cooperativas del barrio. Dos de las más destacas son Abierto hasta el Amanecer y FamYlias. Ambas conforman ESCOVA, la Escuela de Cooperativismo en Vallecas.
Gracias a la perseverancia y la iniciativa de los docentes de toda España, el proyecto de FP Naranja estuvo entre los ganadores de la V Convocatoria de Ayudas Dualiza, junto con otras 29 iniciativas a nivel nacional. El programa de ayudas, patrocinado por CaixaBank, abarca a 50 centros educativos y está dotado con 400.000 euros. Desde el instituto se atribuye este éxito a un trabajo bien hecho, que responde a una necesidad y real y a un proyecto bien planteado. De cara al futuro, serán cientos los vallecanos y vallecanas que verán reforzada su estabilidad emocional gracias al empeño de sus docentes. En momentos tan críticos para la salud mental de los jóvenes, resulta urgente que su emprendimiento se multiplique y amplifique por todos los barrios de España.